El incendio de una campana extractora en el número dos de la calle Nueve de Mayo provocó ayer la alarma en el centro de Oviedo y un importante despliegue de los servicios de emergencia que operan en la ciudad. Aunque no hubo que lamentar daños personales y los bomberos tardaron poco más de media hora en dar por concluida la operación, la ubicación del edificio -situado encima del centro comercial Salesas- y la hora en la que se detectó el fuego -a las ocho de la tarde, con la gran superficie comercial abierta y en pleno periodo de rebajas postnavideñas- hizo que decenas de ciudadanos se arremolinasen en torno al lugar de los hechos para conocer de primera mano qué estaba ocurriendo.

La voz de alarma la dieron los propios vecinos del inmueble. Llamaron a los bomberos cuando detectaron que del 5-H estaba saliendo humo. El equipo de extinción de incendios se personó en la zona con el vehículo de autoescala, un camión de operaciones y otro coche de apoyo. Además, también acudieron tres patrullas de la Policía Local -que acordonaron todo el perímetro del edificio- y una UVI móvil por si había heridos.

Una vez en la quinta planta y al no recibir respuesta desde el interior del piso afectado, los bomberos procedieron a derribar la puerta. Al entrar en la vivienda registraron las habitaciones por si había alguien en el interior, pero los residentes no estaban en casa. Según explicaron los propios efectivos del cuerpo municipal, el origen del fuego fue un despiste. "Los dueños del piso se dejaron algo en el fuego y ardió la campana extractora", afirman los bomberos. El suceso no afectó a ningún otro vecino del edificio, que no llegó ni a ser evacuado. Los bomberos tardaron poco menos de media hora en apagar las llamas y realizar las labores necesarias para la extracción del humo. "Nosotros bajamos porque vimos todo el revuelo, pero nadie nos mandó. Eso es que no es nada grave", decía uno de los vecinos del portal mientras los bomberos recogían las mangueras.

Suceso mortal

El portal en el que se produjo el fuego es el mismo en el que perdió la vida una mujer de 89 años en mayo del año pasado. En aquella ocasión el incendio se registró en el sexto piso al arder un colchón sobre el que previamente había caído un cigarro. "Parece que nos ha mirado un tuerto", aseguraba ayer otro de los vecinos del inmueble.