Rebajará la tensión entre la plantilla, pero el trabajo que se deje de hacer por las tardes sólo será parcialmente recuperado por las mañanas, y no en todos los servicios. Así puede resumirse el análisis realizado por médicos veteranos y buenos conocedores del sector sobre la oferta de la Consejería de Sanidad del Principado a los sindicatos sanitarios. En términos generales, el planteamiento consiste en suprimir los módulos de trabajo de las tardes, de dos horas y media a la semana, y de integrar esas horas en la jornada de la mañana, a cambio de que el rendimiento de consultas, operaciones y pruebas diagnósticas aumente un cinco por ciento.

"Las tardes son el factor más irritante de la relación laboral con la institución en la que trabajan", indicó ayer a este periódico un jefe de servicio del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Esta aseveración incide en un factor que las autoridades sanitarias parecen haber tenido en cuenta, pues el gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera, señaló que uno de los objetivos de la Administración se centra en "mejorar el rendimiento como consecuencia, entre otros factores, de una mayor motivación" de los trabajadores.

El estado de ánimo de la plantilla va a mejorar, según todos los indicios. Ahora bien, ¿va a crecer la actividad en un cinco por ciento? La opción organizativa que emerge como más viable habla de aumentar la jornada matinal en media hora diaria. Si el horario ordinario es ahora de ocho de la mañana a tres de la tarde, se supone que en el futuro irá de siete y media a tres, de ocho a tres y media o de ocho menos cuarto a tres y cuarto.

El desafío no es menor, sobre todo en los hospitales más grandes. "Esta pretensión no es viable en lugares de trabajo en los que los horarios son tan laxos", señala otro jefe de servicio de larga trayectoria. A su juicio, "sacar jugo" a las denominadas "horas marianas" de las tardes -denominación que obedece a que son fruto de una ampliación de jornada implantada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012- "dependía mucho del control próximo que ejerciera la dirección de cada servicio". Con la futura redistribución de la jornada laboral, "vamos a perder mucha actividad de todo tipo", pronostica este mismo mando intermedio.

Otro jefe de unidad se pregunta si la media hora adicional de las mañanas compensará el trabajo que se perderá por las tardes. Y se responde él mismo: "En mi opinión, no. ¿Será inútil entonces esa media hora? No, puede ser muy útil, pero no para todos los servicios". Y especifica que los servicios que realizan cirugías de corta duración podrán añadir una intervención más en esa prolongación de la jornada ordinaria. Mucho más difícil, o sencillamente imposible, será que eso mismo se consiga en cirugías largas.

A esta dificultad se añade otra derivada de la dinámica de funcionamiento de los hospitales de mayor tamaño, en los que la puesta en marcha de la maquinaria quirúrgica es lenta y pesada. "Ahora es difícil que un quirófano empiece antes de las nueve, ya que todo comienza a moverse un poco después de las ocho. Si parte del personal llega a las siete y media, los pacientes pueden estar en la mesa a las ocho y comenzar la intervención a las ocho y media", señala un cirujano.

Polémica por las peonadas

El gerente del HUCA y del conjunto del área sanitaria de Oviedo, Luis Hevia Panizo, se pronunció ayer sobre el cambios de horario: "Está encima de la mesa, es un proyecto en negociación y lleva una serie de premisas que se han de cumplir: que la productividad pueda ser asumible y en determinados términos". Luis Hevia aclaró que no se trata de eliminar la asistencia sanitaria por las tardes. "Los médicos sí trabajan por la tarde, el hospital trabaja 24 horas 365 días al año. Lo que está sobre la mesa es que la organización de la jornada se haga en un tramo, no que trabajen menos", declaró.

De otra parte, el Sespa desmintió ayer "rotundamente" que se hayan reanudado "peonadas" (horas extraordinarias para realizar operaciones) en el HUCA, como afirmó el Sindicato Médico (SIMPA). El Sespa aseguró que "la única actividad extraordinaria" que se lleva a cabo en el complejo hospitalario de Oviedo "es la autorizada por el Consejo de Gobierno el 6 de octubre de 2010 para la cirugía compleja". "Este tipo de intervenciones (entre las que figuran la cirugía de la base del cráneo, la cirugía bariátrica, la cirugía oncológica y la cirugía cardíaca) se realiza desde hace años y en un número muy similar por cada ejercicio", precisó el Sespa.