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Revisión crítica de las teorías sobre el origen de la capital del Principado

Rogelio Estrada: "Es evidente que hubo presencia romana en lo que hoy es Oviedo"

El estudio de los arqueólogos García de Castro y Ríos, que refuta la historiografía oficial sobre el origen de la urbe, agita el mundo académico

Pilar García Cuetos. NACHO OREJAS

El estudio de los arqueólogos César García de Castro y Sergio Ríos que retrasa la configuración de Oviedo como ciudad hasta bien entrado el siglo XII, avanzado ayer por LA NUEVA ESPAÑA, ha generado un intenso debate en el mundo académico asturiano. Este detallado trabajo que pone en tela de juicio el retrato oficial sobre la fundación de la ciudad en época prerrománica y niega una eventual configuración urbana durante la ocupación romana, ha generado división de opiniones entre arqueólogos y medievalistas, que tampoco se ponen de acuerdo a la hora de trazar una cronología sobre el origen y el desarrollo urbano de la capital.

Respecto a una eventual presencia romana, Rogelio Estrada, el arqueólogo que halló la fuente de la Rúa en los sondeos previos a la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias, considera que hay indicios más que suficientes para sostener la presencia romana, más o menos estable, en esta zona. "Es evidente que hubo presencia romana en lo que hoy es Oviedo, no hay duda. Lo que no sabemos es la entidad. Nadie ha hablado de que hubiera una ciudad, que es algo que en todo caso depende del concepto que se tenga de ciudad: está claro que no estamos ante una Emérita Augusta", afirma.

El arqueólogo también explica que el subsuelo de Oviedo está muy afectado por la intervención humana posterior y, aunque evita pronunciarse sobre la revisión de las teorías más extendidas sobre el origen de Oviedo, sí considera que habría un asentamiento humano de cierto fuste en lo que era la colina de Ovetao, a diferencia de lo que opinan García de Castro y Ríos. "Si tienes un recinto fortificado, dos iglesias, varios templos? si eso no es una cuidad se puede parecer bastante. Podemos llamarlo villorrio, pero hay aglomeración de gente. Lo que no se puede esperar es encontrar aquí la corte de Carlomagno".

María Josefa Sanz, catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Oviedo, rechaza en cambio la existencia de un Oviedo romano, aspecto en el que coincide con el trabajo de García de Castro y Ríos. Pero difiere de estos en lo relativo a la entidad altomedieval de la ciudad y al fuero de la ciudad, que atribuyen a Alfonso VII: "Estoy de acuerdo con que no hubo un Oviedo romano, pero no con que no aparezca hasta el siglo XII. Hay una ciudad medieval anterior. Y respecto al fuero, yo remito a Alfonso VI, pero es para la villa de Oviedo, no para la ciudad episcopal, que ya existía".

El también profesor de la Universidad de Oviedo y experto en Prerrománico Asturiano, Lorenzo Arias, aprecia en cambio algunos avances notables en la teoría de García de Castro y Ríos: "Creo que están muy atinados con su revisión de la fundación por parte de Fruela I, y me parece fundamental. Hay otros investigadores que ponen en duda el famoso documento que atribuye la fundación a los monjes Máximo y Fromistano, ahí tenemos un hilo conductor".

Arias también se muestra de acuerdo con la teoría sobre la articulación inicial del territorio en el Reino de Asturias, considerando que el centro del territorio estaría más a occidente, y con sus intuiciones respecto a que la residencia de Alfonso II estaría en el entorno de Santullano, donde ahora se enclava la Fábrica de Armas: "Encaja muy bien, Ramiro I hará lo mismo con el Naranco. Tenemos que excavar en la Fábrica de Armas: eso arrojaría mucha luz".

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