Se calcula que un 20 por ciento de las personas han sufrido algún episodio de vértigo en su vida. De ellas, un tercio lo ha experimentado en los últimos tres meses. Son algunas de las cifras que pusieron de relieve José Luis Llorente Pendás, jefe del servicio de otorrino del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y Vanessa Suárez Fente, responsable de la unidad de otoneurología del complejo sanitario ovetense, durante su intervención de ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Ambos especialistas subrayaron que se trata de una dolencia bastante frecuente, "sobre todo en mujeres de entre 40 y 60 años". Las crisis suelen ir acompañadas de náuseas o vómitos y en ellas se produce una sensación de giro. "Es como si nosotros mismos y nuestro entorno estuvieran dando vueltas", señaló el doctor Llorente.

El vértigo tiene mucho impacto psicólogo entre las personas que lo padecen. "Son pacientes más propensos a sufrir trastornos de ansiedad y depresión", explicó Vanessa Suárez. Sin embargo, ni todos los vértigos son patológicos ni son en sí mismo una enfermedad. "Es un síntoma de otras enfermedades", precisó la doctora Suárez Fente. En la mitad de los casos se trata de enfermedades del oído, pero también puede deberse a dolencias cardiovasculares, problemas endocrinos o intoxicaciones producidas por la "automedicación". Sólo en el 20 por ciento de los casos hay una causa neurológica. Para diagnosticar el vértigo no hay aparatos: lo más determinante es la entrevista con el paciente. "Cuando hablas con el paciente ya sabes si es neurológico o se debe al oído", indicó la especialista del HUCA.

Existen muchos tipos de vértigo, pero el más temido es el Ménière. Sus síntomas aparecen de forma brusca y generan un grado importante de incapacidad. Se produce por un aumento de la endolina, un fluido que acompaña al movimiento de la cabeza y que sirve para dar información al oído interno sobre la posición del cuerpo y su orientación. No hay un remedio totalmente eficaz aunque los tratamientos intratimpánicos suelen dar buenos resultados. Caminar descalzo por la playa o hacer tai chi son actividades que ayudarán a recuperar el equilibrio a pacientes con vértigo.

Los próximos días 9 y 10, el HUCA será el escenario de un curso internacional sobre la enfermedad de Ménière, una dolencia que podría ser hereditaria. "En los últimos años se han realizado estudios sobre la predisposición genética, con el uso de métodos de diagnóstico precoz y diagnóstico por imagen", indicó Vanessa Suárez.