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"Vivir aquí es un infierno", aseguran los vecinos de Oviedo que sufren el "horror" de los "after"

"Todos los fines de semana hay peleas, ruidos y drogas", denuncian los ciudadanos que conviven con locales de fiesta abiertos en pleno día

La última intervención policial frente al local de la calle San José. LNE

Carmen es el nombre ficticio de una vecina del Antiguo que está convencida de necesitar "tratamiento psicológico" para poder superar "los daños" que le está provocando vivir encima de un "after" situado en la calle San José, uno de esos locales de ocio que abren a las seis de la madrugada para continuar la fiesta cuando ya han cerrado el resto de establecimientos de la "movida" ovetense. Tiene miedo "a las represalias" y por eso esconde su identidad real, pero tampoco quiere desaprovechar la oportunidad de denunciar una situación que se ha convertido "en un auténtico infierno" y que se repite cada vez que se aproxima el fin de semana. "Convivimos con peleas constantes, drogas, ruidos y con personas que se ponen muy agresivas después de tantas horas de fiesta", explica Carmen.

No es la única que sufre las consecuencias de vivir cerca del Mabalax, un garito conflictivo de los que el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad tienen entre ceja y ceja a raíz de las constantes denuncias de los vecinos. "No se puede ni salir a comprar el pan. Nos insultan y nos amenazan porque saben que hemos denunciado al local en varias ocasiones", asegura otra mujer que reside en el mismo portal. Según explica esta vecina, "alguno de los clientes del local llegó incluso a las manos con un trabajador de la limpieza al que increpó cuando estaba pasando la manguera para limpiar toda la suciedad que generan".

Todos los vecinos de la calle San José consultados ayer por este diario coinciden a la hora de señalar que la situación es insostenible, "Muchas veces tiran piedras contra los cristales de la Casa Sacerdotal (situada frente al local) y también contra nuestras ventanas si les decimos algo", asegura un hombre que ya ha tenido "varios enfrentamientos" con el responsable del establecimiento. "No entendemos cómo sigue abierto. Al resto de bares de Oviedo se les mira con lupa cuando no molestan a nadie y aquí, a pesar de que ya han encontrado droga en infinidad de ocasiones, nadie hace nada", afirma. En ocasiones, estos locales, se camuflan bajo licencias de cafetería "aunque no tienen ni cafetera", dice un vecino.

En otro rincón de Oviedo, concretamente en la Plaza de la Libertad (antes Plaza de la Liberación), también se padece "el calvario" de convivir con un "after". En ese punto de la ciudad se encuentra el Goiás, otro de los locales a los que el Consistorio le está haciendo un especial seguimiento. "Hay veces que tengo miedo a pasar por aquí. El otro día me tropecé con un chico que iba de lado a lado y que acabó cayéndose al suelo de la borrachera que tenía. Y eso que eran casi las doce del mediodía", explica una mujer que vive en una de las calles aledañas al establecimiento. "El Ayuntamiento tiene que parar esto como sea, pero no sólo aquí, en todo Oviedo", solicita otro vecino de la zona. En su opinión, "estas no son formas sanas de divertirse y no se pueden mantener abiertos este tipo de locales", sobre todo "porque los ciudadanos tenemos derecho a la tranquilidad y al descanso por encima de todo".

Los "after" tampoco les gustan nada a los propietarios de otros negocios hosteleros que se encuentran en sus inmediaciones. "Hay muchos clientes que no vienen por no encontrarse con gente en mal estado y buscarse un problema. No es la primera vez que llamamos a la Policía para sacar del bar a uno de estos chicos", explica el propietario de una cafetería situada muy cerca de la Plaza de la Libertad.

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