El primer presupuesto diseñado íntegramente por el tripartito local (el de 2016) mantiene en el aire la ejecución de 33 obras y mejoras en la ciudad que suman más de 4,4 millones de euros. De esta forma, el nivel de ejecución presupuestaria alcanzaría -a falta de la liquidación- el 25 por ciento. La cifra está por debajo del nivel de ejecución de las cuentas locales de 2015 (31,34 por ciento), diseñadas por el PP y que el tripartito (Somos, PSOE e IU) hizo suyas durante los últimos seis meses del año con unas elecciones por el medio y una negociación posterior para el reparto de concejalías, sueldos... que paralizaron durante semanas las contrataciones y el día a día en el Ayuntamiento. El último presupuesto aprobado y ejecutado por el PP en exclusiva (2014), el que por segunda vez pactó Agustín Iglesias Caunedo con IU, alcanzó una ejecución cercana del 37,97 por ciento. En 2013 fue del 81 por ciento, aunque no es una cifra real ya que estaban incluidos los más de 30 millones de euros que el Ayuntamiento asumió de la deuda de Cinturón Verde. Y en 2012 la ejecución alcanzó el 57 por ciento.
El repaso al listado de las obras previstas para 2016 muestra que muchas siguen en el cajón, otras se han adjudicado a lo largo de lo que va de 2017 y otras, simplemente, seguirán durmiendo el sueño de los justos. En lo que se refiere a las primeras, hay más de una treintena que aún no han visto la luz, y afectan a casi todos los ámbitos municipales: educación, infraestructuras, deportes, zona rural.... Por ejemplo, la promesa de construir en Ciudad Naranco una piscina y un polideportivo públicos (555.000 euros en una primera anualidad) en la parcela que ahora ocupa el fallido spa de la época del PP, no ha podido salir adelante. El laberinto jurídico en el que está metido el Ayuntamiento con la empresa que levantó el esqueleto del spa -ahora abandonado- lo ha complicado todo.
También permanece en el olvido un plan, bautizado de "actuación sostenible", para trabajos en el Naranco (100.000 euros), o el compromiso, largamente demandando por los residentes, de mejorar la accesibilidad de la pasarela de Feve en Trubia (37.802 euros). Los vecinos siguen clamando por el millón de euros que iban a gestionar los consejos de distrito en aras de la participación ciudadana para destinarlos a obras "aprobadas entre todos" para mejorar los barrios. Sin gastar parece que se van a quedar los 223.645 euros que se calculaba que iba a costar levantar un muro de contención y una rampa de acceso en el colegio Germán Fernández Ramos. A la espera está la construcción de los vestuarios en las pistas Luis Balagué (150.000 euros) y el polideportivo de Trubia (110.000 euros), que ya prometieron a los vecinos hace un par de años el PP e IU en los tiempos en los que la coalición respaldó el presupuesto de Caunedo. Tampoco parece que vaya a solucionarse pronto el argayo de la calle Ricardo Vázquez Prada (frente al Carlos Tartiere), para el que se habían presupuestado 252.000 euros. Pendiente queda la sustitución de bocas de riego en varias calles (131.000 euros)
¿Y de las obras hechas o en marcha? Pues esta semana han arrancado los trabajos para construir una glorieta en la calle Mieres (Montecerrao), con un coste cercano a los 300.000 euros. Se han terminado diversas actuaciones en el barrio de Guillén Lafuerza (62.000 euros), la mejora del aglomerado de Hermanos Pidal (25.000 euros) o la impermeabilización de los locales situados bajo los locales de Viaducto Marquina (243.000 euros). Además, este año han arrancado diversas actuaciones para abujardar el pavimento de varias calles para evitar resbalones (100.000 euros), mejoras en el asfaltado de varias calles (2 millones) o la urbanización de la intersección de la calle Martínez Cachero con el barrio de Olivares (662.000 euros).
De igual forma han arrancando obras en la mejora de la red de saneamiento y abastecimiento de agua en la zona rural (1,5 millones) y se han concluido las obras para la renovación del césped del campo de fútbol de La Carisa (321.000 euros).
