A pesar de que pasan desapercibidas, las almohadillas de las patas de los perros suponen unas zonas muy importantes de su cuerpo. Lógicamente los pies de los perros están diseñados para caminar y correr. Son la parte de su anatomía que los sostiene, les permite mantener el equilibrio y les amortigua el impacto de su peso. Todas éstas son razones suficientes para dedicar una especial atención a las "plantillas" de sus mascotas y mantenerlas siempre en buen estado, algo fácil de conseguir siguiendo unas pautas:
Uñas a raya. Lo normal es que las uñas de los canes se vayan limando cuando caminan, excepto la uña del espolón, pero en algunas ocasiones crecen más de lo debido o se desgastan poco. Si su perro tiene las uñas largas y suele hacer más ruido al andar por ciertos suelos, es importante que se las corte para evitar que el animal esté incómodo. Debe ser preciso y eliminar solo la parte sobrante para no hacer daño a su mascota.
Limpiar entre sus dedos y sus almohadillas. Algunos objetos o hierbas pueden enredarse entre estos espacios de las patas perrunas y, de no ser eliminados, pueden acabar generando molestias, heridas e infecciones.
Mantenerlas hidratadas. Por todas las funciones que realizan, las almohadillas de los perros pueden llegar a resecarse y agrietarse. Para solucionar este problema existen productos en el mercado que acondicionan, hidratan y proporcionan la protección que necesitan las plantillas de las mascotas.
Protegerlas de las quemaduras y de las bajas temperaturas. Es aconsejable evitar que los perros caminen sobre asfaltos o suelos muy calientes ya que pueden provocarles quemaduras o llagas. También el frío les puede causar agrietamientos y fisuras en sus plantillas. En caso de hielo o nieve puede aplicarle vaselina entre los dedos y almohadillas como medida de protección ya que actúa como barrera.
