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Salud y negocios florecen en el Vivarium

Las seis empresas instaladas en el centro de La Corredoria proyectan organizarse como un clúster asturiano en biotecnología para mejorar su visibilidad y ser más competitivas

Manolo Guarnido, en el despacho de Jamed Surgical. Luisma Murias

Gonzalo Ordóñez apura los últimos minutos de conversación antes de encerrarse en la sala de reuniones con unos clientes que acaban de llegar. Francisco Morís echa una ojeada a los locales donde pronto empezarán las obras para la instalación de su empresa. Manolo Guarnido hace gestiones frente al ordenador. Gabriel Álvarez despide a una cita a la puerta de su despacho. Susana Argamentería intercambia datos a través del teléfono, y Jorge Sánchez y Pablo Expósito están concentrados, en silencio, frente a sus pantallas enmedio de un espacio repleto de libros, videojuegos y con un skate por los suelos. Todos ellos son ejecutivos de alguna de las empresas más potentes del sector de la biotecnología, en Asturias y en España, y desarrollan su trabajo desde el barrio ovetense de La Corredoria, en el vivero de ciencias de la salud, Vivarium.

El centro de empresas terminó de construirse en el año 2011. Se levantó con fondos de la Unión Europea. Supuso una inversión de 1,9 millones de euros. Tardó años en arrancar, hubo cambios en la gestión y durante mucho tiempo permaneció prácticamente vacío, con un par de empresas a lo sumo. Ahora, por fin, ha tomado impulso y está a punto de colgar el cartel de "lleno".

Cinco empresas asturianas utilizan sus instalaciones; varias son ´spin off´, negocios derivados de grupos de investigación de la Universidad de Oviedo o del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Una, EntreChem -que desarrolla fármacos antitumorales-, está a punto de empezar la reforma de los dos locales que ha reservado. Otras dos, ADN Conser -dedicada a la conservación del ADN- y Alma Tissue -de productos ortobiológicos-, tienen previsto instalarse pronto. El vivero está floreciendo. Los inversores vuelven a arriesgar y los emprendedores a atreverse.

La ubicación del Vivarium , en el centro de la región y en las proximidades del HUCA y la FINBA (Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias), es inmejorable, y la concentración de empresas del mismo sector en unas instalaciones cómodas y funcionales favorece el intercambio de conocimiento y abre nuevos campos de actividad. En el Vivarium ya se piensa en constituir un clúster asturiano de biomedicina.

Las empresas del Vivarium mantienen desde Oviedo intercambios comerciales con todo el mundo. Dreamgenics manda las muestras de ADN a Corea, adonde llegan en un día, y vende sus productos a México y Colombia. Socinser tiene sus principales fuentes de negocio en Francia, Alemania, Suiza y Latinoamérica. HealthSens cuenta con expandir sus productos a Latinoamérica y Rusia, "países en vías de desarrollo o de gran extensión, donde no es fácil tener acceso a un centro sanitario", como explica Gabriel Álvarez, su director de inversión.

"El mercado es global", subraya Gonzalo Ordóñez, de Dreamgenics. Eso lo saben bien los creadores de Okinaki y Bigtree, Jorge Sánchez y Pablo Expósito, quienes lanzan sus videojuegos en Estados Unidos y Gran Bretaña, principalmente, y que no renuncian a mantener su sede en Asturias. Hay que viajar continuamente, como hace Manolo Guarnido, director comercial de Jamed Surgical, que se desplaza a Madrid cada dos por tres, pero es posible. En Dreamgenics, la inmensa mayoría de su materia de trabajo, códigos y datos, se desplaza entre continentes a través de sus sistemas informáticos.

"Los sectores económicos como la salud necesitan polos de actividad: en Francia es Lyon, en Estados Unidos hay muchas empresas trabajando en el sector sanitario en torno a Orlando", comenta Alfonso Iglesias, director técnico de Socinser. "La idea es colaborar: es más difícil fichar talento, pero puedes acceder al conocimiento si colaboras", añade su compañera Susana Argamentería.

Iglesias afirma que, después de haber remontado la crisis económica, las expectativas de crecimiento del sector biotecnológico son "muy importantes". La población envejece, la esperanza de vida crece y cada vez se demanda más atención sanitaria.

Los inversores privados han sabido verlo y por eso algunas de las empresas del Vivarium que despegaron con financiación pública cuentan ahora con importantes inyecciones de capital de fundaciones como la Fundación Botín, la corporación Masaveu o Alimerka. Son inversiones a largo plazo. Francisco Morís, director de EntreChem, cuenta que sólo dos empresas como la suya han conseguido hasta ahora colocar sus productos farmacéuticos con Roche y Novartis.

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