Un vecino de la zona de San Claudio, de 37 años, con pareja e hijos, fue encarcelado anteayer jueves por violar a una joven de 28 años y abusar de dos niñas de 12 y 14, en tres episodios diferentes ocurridos en abril y octubre. Los tres asaltos ocurrieron en calles muy cercanas, en el oeste de Oviedo. El hombre fue finalmente localizado a través del vehículo con el que seguía a las víctimas, y reconocido por las dos menores a las que molestó, no así por la mujer violada, ya que en su caso, la agresión se produjo en la oscuridad. Para dar con este depredador sexual, la Policía ha tenido que controlar cientos de vehículos y realizar numerosos operativos de seguimiento.

La primera agresión se produjo entre las cinco y las seis de la madrugada del 24 de abril. El hombre siguió con su coche a una joven que regresaba a casa tras salir a tomar unas copas. Cuando se introducía en el portal, el hombre cayó sobre ella. Fue cuando se produjo la agresión. El hombre le habría introducido los dedos en la vagina. La agresión no fue a más porque en ese momento llegaron varias personas al portal, por lo que el violador emprendió la huida.

La víctima no pudo ofrecer una clara descripción del agresor, un hombre normal, sin antecedentes. Tan solo que tenía el pelo canoso. Pero la Policía, examinando las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad de un comercio cercano pudo identificar el modelo de vehículo que había utilizado el agresor. Le faltaba sin embargo la matrícula.

Las grabaciones también desvelaron un aspecto alarmante. Y es que el hombre, tras la primera agresión, y esa misma noche, siguió a otra mujer que caminaba sola por la calle, y llegó a detener el vehículo junto a ella. El Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta de la Jefatura Superior de Policía se puso a trabajar, buscando el vehículo del agresor.

El pasado mes de octubre, el depredador volvió a atacar, en dos episodios diferentes, a dos niñas de 12 y 14 años, cuando regresaban a casa del colegio a la hora de comer. El hombre, que también les hizo seguimientos en el mismo vehículo, entró con las niñas en el portal y, una vez en el ascensor, se puso a hablar con ellas. Utilizó en los dos casos una argucia para tenerlas a su merced: les pidió que le ataran los cordones de los zapatos, aduciendo que él no podía porque tenía problemas de espalda. Fue en ese momento cuando comenzó a manosear a las niñas. Las dos vieron en los alrededores un vehículo de determinadas características, similar al de la agresión de abril. Las dos menores, por otro lado, tenían características comunes, y es que ambas vestían uniforme escolar, lo que hace pensar que el presunto violador se había obsesionado con un determinado tipo de menor.

Los agentes lograron identificar finalmente el vehículo e hicieron un seguimiento del hombre, que fue reconocido sin lugar a dudas por las dos menores. Una vez confirmado que se trataba del presunto agresor, los agentes le detuvieron el pasado lunes, 30 de enero. Pasó disposición del juez de guardia anteayer jueves, y éste decretó su ingreso en prisión, tras tomarle declaración.

La joven de 28 años agredida el pasado mes de abril está recibiendo asistencia en el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones y Malos Tratos de Asturias (Cavasym), cuya letrada, Ana María González, le presta asesoramiento jurídico. La letrada indicó que, "por la manera de operar exhibida por el agresor, es muy posible que haya más víctimas". La Policía también lo cree, por lo que no se descarta que puedan presentarse nuevas denuncias. Por suerte está entre rejas.