Pese a las críticas, el Ayuntamiento sostiene que se han multiplicado sus esfuerzos para mantener limpias las calles de la ciudad. El ejecutivo local defiende la incorporación de nueva maquinaria al servicio y la recuperación del baldeo a presión. Cada día, además, dos equipos se dedican a la limpieza de pintadas, un problema que ha crecido en los últimos meses y se ha multiplicado por las paredes de Oviedo. Antonino Pérez, jefe de servicio de FCC, la empresa concesionaria de la limpieza en la capital, lamenta que muchas veces, tras eliminar las pintadas, se deja una nueva lámina para el vandalismo: "Es quitarlas y vuelven a pintar. Se necesita una solución definitiva". Propone que en las zonas donde hay mayores problemas se contrate un artista del esprái para que "haga una obra buena, que vaya con el entorno. Eso sí se respeta".

Desde el Ayuntamiento, asimismo, se rechazan de pleno las acusaciones del PP, que considera que la limpieza, seña de identidad de la ciudad, se está perdiendo. Los populares lamentan que desde el cambio de alcalde, tal y como expresó el concejal Fernando Fernández-Ladreda, "tenemos quejas de vecinos de todos los barrios por el deterioro del servicio de limpieza". Ana Rivas (PSOE), edil de Infraestructuras defiende, sin embargo, que desde que se pusieron a los mandos del Consistorio, "hemos mejorado el servicio".

La concejala socialista apunta que debido a las reducciones de contrato que se produjeron en los años 2012 y 2014 "las aceras estaban hechas un Cristo". Por eso, dice, cuando al gobierno municipal le tocó negociar una prórroga con la empresa que hace cargo de la limpieza se consiguió que esta accediese a poner en circulación tres nuevas máquinas fregadoras. Una recorre la zona centro y otras dos los barrios, donde "habían disminuido los trabajos". "El baldeo manual y a presión se había reducido y lo hemos recuperado", destaca la edil. "Logramos que la empresa hiciese nuevas inversiones y también liquidar la deuda anterior", añade Rivas en referencia al nuevo acuerdo.

La concejala socialista apunta, además, que este es un aspecto fundamental para que las calles luzcan lo más pulcras posibles. Hay lugares, como las esquinas, los pies de los edificios o las papeleras, a los que no llega el servicio mecanizado y otros que necesitan de un esfuerzo añadido para lograr un servicio más eficaz. Gracias al baldeo y la puesta en circulación de nueva maquinaria "ya se ve un cambio en las calles". Esta forma de limpieza a presión se emplea también en las fachadas, en las que los excrementos de paloma son la principal fuente de suciedad.

"Lo que sí hemos notado es que hay más pintadas", comenta Ana Rivas. La Asociación de Vecinos de los Pilares, de hecho, ha denunciando "el total abandono de la zona, donde la suciedad y las pintadas son el denominador común". Esta es una de las zonas donde el problema de las pintadas se ha convertido en "crónica", asegura Antonino Pérez. Otro, el casco histórico de la ciudad. Los operarios que se enfrentan a las pintadas, además, tienen que superar ciertos obstáculos. Sobre ciertas superficies no se puede actuar. La chapa se corroe y la pintura o el revoque de las paredes se desprende. En los lugares públicos se actúa de oficio, pero en las fachadas privadas, dice Antonino Pérez, "los vecinos tienen que solicitarlo al Ayuntamiento". Antes de utilizar agua caliente a presión, comenta, se aplica a los grafitis un producto ecológico que facilita el lavado. Los datos de este tipo de acciones no están informatizados y para conocer las estadísticas hay que ir directamente a los partes de trabajo. Le concejala de Infraestructuras destaca que según este registro, en diciembre de 2016 se realizaron 437 actuaciones, 12 más que en el mismo mes de 2015 y 34 más que los últimos días de 2014. Y la Policía Local también actúa contra los grafitis.

Expedientes y sanciones

El 29 de enero la Policía Local abrió expediente a dos menores, de 16 y 12 años por realizar pintadas en Fozaneldi. Las paredes de las calles Vetusta, Alonso de Proaza y López del Vallado y el centro social de Vetusta sirvieron de lienzo a los sancionados. En la calle Rosal se registraron incidentes dos días después y agentes municipales expedientaron a dos jóvenes de 19 y 20 años, a quienes incautaron una plantilla y una mochila con cinco espráis. Las multas por estas infracciones pueden llegar a los 750 euros. En caso de reincidencia, la cifra se doblaría y podría alcanzar a los 1.500 euros.

Por los planes del gobierno local pasa poner en marcha una serie de medidas para mejorar la recogida de basuras. "Hemos detectado que se dejan bolsas fuera de hora. Y también que hay personas que las abren y mezclan todos los residuos". Para tratar de evitar este tipo de situaciones, "la Policía está sobre aviso y colaborando". "Los vecinos que se esfuerzan y reciclan no pueden ver todo su trabajo estropeado", dice Ana Rivas. Del mismo modo, se ha detectado un aumento de las solicitudes de retirada de muebles y se trabaja para poner en circulación un equipo extra para que apoye al que se encarga en estos momentos de retirarlos.