Adel Aecha es un hombre afortunado si se le compara con la mayoría de sus compatriotas. Sirio, de 26 años, reside en Gijón. Llegó a España en 2014, huyendo de la guerra en Siria por el Líbano. La mujer de su tía, española, le animó a escapar, como había hecho ella, y le ofreció refugio en su casa de Madrid. Luego voló solo, aprendió español y está a punto de terminar su formación en peluquería. Él residía en Alepo y cuenta que de todos sus amigos sólo siguen vivos los que salieron de allí. "Vivir con miedo es duro, miedo todo el día, dormir con miedo. Mis amigos se fueron o murieron", cuenta.

Adel Aecha cuenta que "es difícil venir a Europa" y el cierre de fronteras de Estados Unidos no le extraña. "Nosotros dejamos el país porque hay guerra. Somos musulmanes, pero el Estado Islámico dice que no. El Estado Islámico no tiene de islámico más que el nombre", cuenta.

Para la población siria, explica, todos los grupos que pelean por el país son lo mismo. "Islamistas, rebeldes, gubernamentales, ahora los rusos, todos llegan y matan a gente", cuenta. El propósito parece ser amedrentar a la población y el petróleo, el gas natural y la riqueza agrícola de Siria es lo único que les interesa de un país moderno en el que, según Aechal recuerda, convivían religiones y culturas sin conflictos entre ellos y en el que imperaba "la tolerancia" religiosa.

En Alepo aún vive su abuela materna y algún tío. Las comunicaciones son muy difíciles, no suele hablar con ella por teléfono. Él ya no quiere regresar a Siria, al menos hasta que pasen muchos años. Ahora su propósito es buscarse una forma de vida en Asturias, donde dice sentirse acogido sin ningún recelo por su procedencia ni su fe.

Aecha participó ayer en la mesa redonda sobre migración organizada por la Red Ignaciana de Asturias, que se celebró en el Auditorio Príncipe Felipe por la tarde. Con él estuvieron Gimena Llamedo, directora de la Agencia Asturiana de Cooperación; Marisa Ponga, la concejala de Atención a las Personas e Igualdad del Ayuntamiento de Oviedo y Pablo Funes, coordinador de Cooperación Internacional de la Fundación Entreculturas. El coloquio sirvió de presentación de la exposición fotográfica "Somos Migrantes", en el marco de la campaña "Hospitalidad en Asturias". La muestra, con paneles informativos y fotografías de la frontera entre México y Estados Unidos y Marruecos y España, puede verse en el vestíbulo del Auditorio hasta mañana.