El noventa por ciento de las asociaciones vecinales de la ciudad no cuentan con una sede o un local en el que desarrollar su trabajo. "Muchas se están reuniendo en cafeterías o casas particulares", explica Ramón del Fresno haciendo de portavoz del resto de federaciones, que apoyan sus palabras. Como solución al problema, los representantes de los vecinos solicitan un espacio común que haga de "vivero vecinal" (un hotel de asociaciones) y donde todos los colectivos de este tipo puedan convivir con una serie de servicios comunes. "En Oviedo existen infinidad de edificios vacíos, sin uso, que podrían servir para poner en marcha un proyecto así", explica del Fresno. Entre otros "espacios públicos", los vecinos proponen como alternativas provisionales "el interior del Calatrava" o alguno de los edificios que se han quedado parados en el antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras el traslado a La Cadellada del gigante sanitario. En el "vivero vecinal" habría secretaría común o un sitio para hacer fotocopias, entre otros servicios comunes.