Unos 800 millones de personas pasan hambre en el mundo y un tercio de los alimentos que se producen en el planeta acaba a diario en los cubos de basura de los países desarrollados. Así lo puso ayer de relieve Marta Fano, voluntaria de Manos Unidas, entidad que realizó en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la presentación de su nueva campaña para combatir el hambre en el mundo, bajo el lema "El hambre no sólo se combate con comida. Comprométete". Y a ese compromiso apeló también María Elvira García Castañedo, presidenta de Manos Unidas en Asturias. La organización, que realiza una importante labor a pie de terreno en los países en los que tiene presencia, prevé financiar, a través de las aportaciones generadas en el Principado, diez proyectos para mejorar las condiciones de vida de la población en varios países de África y Asia.

Además, Manos Unidas trabaja para fomentar un cambio de hábitos de vida que ayuden a frenar el despilfarro de recursos. "En el planeta se producen suficientes alimentos para todos, pero es necesario lograr un reparto más equitativo", como añadió Marta Fano, quien consideró posible acabar con el hambre si se frenan actividades como la quema de cereales para obtener biocombustibles, una práctica habitual en los últimos años, con la que Manos Unidas se muestra especialmente crítica.

El padre javierano de origen mexicano Rolando Ruiz, con amplia experiencia en Chad, y el misionero Agustín Moreno, que estuvo más de cuarenta años en Zimbabue, incidieron en la importancia de ayudar a las poblaciones a trabajar en la gestión de los recursos y en la mejora de las técnicas agrícolas. También destacaron que el dinero canalizado a través de los proyectos de Manos Unidas "llega, no se queda por el camino".

El próximo viernes Manos Unidas celebra la jornada del ayuno voluntario, que consiste en donar a la entidad el importe de las comidas que no se realizan en ese día.