La columna de humo negro que salía ayer del número 36 de la Avenida de Pumarín, poco antes de las nueve de la mañana, podía verse incluso desde puntos situados fuera del municipio. Un incendio originado en el almacén del bazar chino Mao Sheng, el tercero que se produce en este tipo de establecimientos en menos de dieciséis días, alcanzó tales dimensiones que obligó a desalojar a más de cien vecinos de diez edificios situados en la manzana y puso en alerta a toda la ciudad.

A pesar de que las llamas llegaron a sobrepasar un tercer piso y de que el humo casi podía masticarse, no hubo que lamentar daños personales de gravedad. Sólo una mujer de 93 años tuvo que ser atendida en el momento con una leve intoxicación y un importante estado de nerviosismo.

Lo que sí se registraron fueron importantes daños materiales. La nave en la que se inició el fuego está situada en la parte trasera del bazar, en un patio interior rodeado de edificios de la Avenida de Pumarín y su paralela, Luis Braille. Pegada al almacén había otra nave que también fue arrasada al propagarse las llamas. Según fuentes municipales, en su momento pertenecía a una conocida cadena de supermercados y actualmente estaba vacía. Además, la caída de escombros y cascotes dañó dos vehículos que se encontraban aparcados en un garaje ubicado en el patio interior.

Aunque hay varios edificios con destrozos en sus fachadas traseras, el más afectado fue uno de cinco pisos que está situado justo encima del bazar, el portal número 36, cuyos vecinos tuvieron que pasar la noche fuera de casa al quedarse sin luz y registrarse en sus viviendas niveles de monóxido de carbono no recomendables para la salud.

La mayoría se fueron a casas de familiares. El resto, las familias de ocho viviendas de un total de veinte, están en hostales que han puesto a su disposición los servicios sociales del Ayuntamiento. Entre este grupo de realojados hay dos menores. En el resto de casas afectadas ayer a las cuatro de la tarde ya se había dado la orden para dejar entrar a los vecinos evacuados. Los técnicos municipales comenzarán hoy a evaluar si existen daños estructurales serios en alguno de los inmuebles.

El origen, en una nave repleta de pinturas, aerosoles y plásticos

Lo primero que escucharon los vecinos fue "una explosión bastante fuerte" y a continuación surgieron las llamas de la parte trasera del bazar. El fuego que había en el interior del almacén alcanzó el techo de uralita que lo cubría y todo ardió como la yesca. Las primeras investigaciones apuntan a que en la nave había "pinturas y otros productos inflamables", pero también infinidad de productos de plástico o aeorosoles, que explotaban a medida que subía la temperatura "como si fuese un espectáculo de pirotecnia".

La propia uralita también saltaba al contacto con el fuego, provocando un ruido similar al de una traca de petardos. La ubicación del almacén, entre edificios, hizo que se produjese un "efecto chimenea" y que la columna de humo negro se elevase por encima de la ciudad.

Así arrasaron las llamas un almacén chino en Oviedo

Así arrasaron las llamas un almacén chino en Oviedo

La primera llamada de alerta, según el parte oficial, se registró a las nueve y cinco de la mañana. Dos minutos después, a las 09.07 horas, la primera dotación del cuerpo municipal ya había llegado al lugar de los hechos. Fueron los primeros, pero media hora después ya se había desplegado un dispositivo sin precedentes en torno al bazar chino. Parecía que pesaba en el aire, junto al humo, la tragedia de Uría en abril del año pasado, cuando un bombero de Oviedo perdió la vida al venirse abajo el edificio que trataba de apagar. En el operativo de ayer tomaron parte todas las dotaciones de Bomberos de Oviedo (incluso personal que estaba de descanso), la Policía Local, Protección civil, los servicios sanitarios del 112 Asturias y los efectivos del Servicio de Extinción del Principado de Asturias (SEPA), que movilizaron un vehículo de apoyo logístico con un técnico, tres coches de Bomberos del parque de La Morgal con una autobomba nodriza, tres de Proaza con dos autobombas y una dotación de Avilés. En total se utilizaron 20.000 litros de agua y 300 de espumógeno, el producto que genera la espuma que se usa contra el fuego.

Nada más llegar a la avenida de Pumarín, los bomberos se adentraron en el bazar para luchar contra las llamas. Al mismo tiempo, los agentes de la Policía Local cortaron la vía para evitar el paso de vehículos y peatones. Cuando los servicios de emergencia vieron que la cosa se ponía seria tomaron la decisión de llamar a los timbres para desalojar los edificios. En total se evacuaron seis portales en la calle del bazar (los números 32, 34, 36, 38, 40 y 42) y otros cuatro de Luis Braille (los portales 3, 5, 7 y 9). Además, también se vieron obligados a salir de sus casas los propietarios de dos viviendas unifamiliares que se encuentran en el mismo patio interior en el que se originó el incendio. Todos los negocios que hay alrededor de la tienda china tampoco pudieron abrir al público mientras duraron las labores de extinción.

Los propietarios del bazar llegaron alrededor de las nueve y media de la mañana, cuando el fuego estaba en pleno apogeo. No sabían absolutamente nada y se quedaron perplejos al ver el dispositivo que había montado frente a su establecimiento. "No nos pudieron avisar porque no conocían ni nuestro teléfono ni nuestra dirección. No tenemos ni idea de lo que ha pasado, pero estamos muy afectados" acertó a explicar en castellano una de las hijas de los propietarios del negocio. El resto de la familia permaneció frente al negocio durante toda la mañana al igual que decenas de curiosos, que acudieron al lugar de los hechos atraídos por el humo y el sonido de las sirenas de emergencias.

En torno a las once de la mañana el incendio se daba por extinguido. A partir de ese momento llegaron a la zona los miembros de la Unidad de Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, que ya indaga en el origen del incendio. Por ahora "no descartan" que haya podido ser provocado de forma intencionada, aunque en principio "todo apunta" a de un accidente, según fuentes de la investigación.