Tras la presentación del acuerdo político del pasado mes de noviembre, la puesta de largo, ayer, del proyecto de presupuesto municipal para este año tras su aprobación en Junta de Gobierno tuvo bastante de "déjà vu" y otro poco de espacio para escenificar mensajes políticos concretos. Aparte de los conocidos (las políticas del PP en Madrid; en Oviedo nos pasan factura en forma de prohibición para contratar más personal y pufo millonario), el Alcalde, Wenceslao López, quiso exhibir la segunda puesta de largo de las cuentas de este año como un ejemplo de fortaleza y unión del tripartito: "somos tres partidos políticos diferentes pero convergemos en lo esencial".

Y siguió desarrollando: "El debate es energía, es positivo, lo negativo es el monólogo, decir siempre lo mismo. En lo fundamental estamos de acuerdo, en cómo redistribuir los ingresos a través del gasto y la inversión. Luego, unos y otros se encargarán de taparlo, pero esa es la realidad".

El mensaje de fortaleza y unión del Alcalde tuvo eco, a su lado, en la primera teniente de Alcaldía, Ana Taboada. Aunque tímido: "Reitero las palabras sobre el ánimo colectivo". Luego, Taboada desgranó líneas claves del presupuesto ya conocidas, como son la "fiscalidad más justa", esa nueva diferencia en el IBI que hará que los que más tienen, las grandes superficies, paguen más, generando una previsión de cuatro millones de euros más en los impuestos directos.

La convergencia del tripartito no quedó, no obstante, tan clara en la foto de familia de ayer. Las tres formaciones volvieron a tener sus problemas para ponerse de acuerdo en el formato de presentación. Si sólo tocaba al Alcalde y a los concejales de Gobierno de Economía y Empleo, por aquello de poner uno de cada grupo, o si, como quería Somos, la entrada de Ana Taboada en la mesa obligaba a sumar a las portavoces de los grupos municipales.

Al final se optó por una solución intermedia. La portavoz del PSOE, Ana Rivas, estuvo presente aunque no realizó declaraciones. Iván Álvarez, de Izquierda Unida, figuró como concejal de Empleo pero no la portavoz de su grupo, Cristina Pontón. Y Somos mantuvo el tandem habitual Taboada-Rosón. Se volvió a explicar el agujero dejado por "los pufos del PP" que condicionan el presupuesto de este año limitando la inversión; y se incidió de nuevo en el incremento en el gasto social, tanto en becas y ayudas para el comedor y los libros escolares como en las áreas de Atención a las personas.

Entre las novedades, Rosón justificó la caída en casi dos millones en los ingresos por tasas y otros ingresos en las bonificaciones introducidas a parados y otros colectivos. "Se trata, en todo caso, de una previsión y de dinero que no tendrá que salir del bolsillo de los ovetenses". Estas cuentas difieren de las presentadas en noviembre en que ya no contemplan el servicio de Recaudación, al haberlo paralizado los tribunales.

Eso, contaron también el concejal y el Alcalde, ha permitido incrementar algo el poco músculo inversor que tenía el presupuesto, añadir más dinero a las bolsas de empleo y modificar los ingresos para apartar el dinero que cobrará el Principado por la parte de los tributos que está gestionando, fruto del acuerdo con el Ente Público de Servicios Tributarios del Principado.