A pesar de las bonitas, graciosas y entrañables caras de los perros chatos es precisamente esta forma de su cabeza lo que más les complica la vida.
Las razas de perros con la cara aplastada y pliegues por encima de su nariz habitualmente padecen problemas respiratorios y son más propensos a sufrir golpes de calor. Son perros que por su anatomía son propensos a sufrir el conocido síndrome braquiocefálico.
Las razas más predispuestas a sufrir problemas respiratorios debido a la fisonomía de su cabeza son: Bulldog, Carlino, Boxer, Pequinés, Boston terrier y Shi tzu. Todas reúnen unas características y problemas comunes.
Como consecuencia de la forma de su pequeña cabeza, en la que los huesos se encuentran muy comprimidos, y de su corto hocico, el aire cuenta con menos espacio para acceder a los pulmones del perro.
Además de tener unos orificios nasales más pequeños de lo normal, su tráquea también es más estrecha que la de otras razas de perros. Los perros con síndrome braquiocefálico tienen un paladar muy blando y alargado que queda colgando en la parte posterior de la garganta y les bloquea parcialmente las vías respiratorias. Además, este "obstáculo" hace que la saliva de estos canes se convierta en una espuma blanca que en ocasiones necesitan expulsar del cuerpo.
En general, su día a día y sobre todo los sueños de estos perros, están acompañados por una multitud de sonidos, jadeos y ronquidos prominentes.
Los animales regulan su temperatura corporal a través de su respiración, por eso las mascotas que padecen síndrome braquiocefálico son extremadamente sensibles a los golpes de calor, que pueden causarles la muerte súbita.
Para facilitarles la vida a los perros con dificultades respiratorias es mejor usar arnés en lugar de collar, evitar los ambientes húmedos calurosos, limitar su actividad física y proporcionarles siempre agua fresca.
