La rehabilitación prevista para este año de las pinturas murales de la iglesia prerrománica de San Miguel de Liño, declarada Patrimonio de la Humanidad, depende de los Presupuestos Generales del Estado y los fondos, que rondarán los dos millones de euros, aún no están completamente asegurados. Las cuentas del Estado, como mínimo, no se aprobarán hasta Semana Santa, tal y como anunció este viernes el Ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro.

La intervención en San Miguel de Liño (o Lillo, ambas denominaciones son correctas) ha sido solicitada por el gobierno autonómico, que a finales del año pasado remitió al Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) un documento con una propuesta de actuación: "Estudio para la propuesta de actuación de conservación y restauración de revestimientos murales de la iglesia de San Miguel de Lillo". En ese estudio, se propone una intervención en cuatro fases, para ejecutar de manera plurianual, que comenzaría este mismo año con una primera actuación en la parte sur del inmueble, afectando a la nave, la cámara sur y la caja de escalera. En total, estas actuaciones supondrían una inversión, para este mismo ejercicio, de 457.000 euros, sobre el total de 1,7 millones en que se estima la intervención global, considerada "prioritaria" por parte del gobierno autonómico. Los expertos coinciden además en que este es el punto más sensible y preocupante del Prerrománico asturiano en estos momentos.

Según indicó el IPCE, consultado por este periódico, ese documento está "en fase de estudio técnico y económico" en los correspondientes departamentos del Instituto. "Una vez realizados dichos estudios", añade, "la posibilidad de intervención en San Miguel de Lillo por parte del IPCE dependerá de la disponibilidad de presupuesto para llevarla a cabo".

Aunque se trata de una cuantía importante, la clave para entender la cautela del IPCE estriba, precisamente, en la ausencia de Presupuestos Generales del Estado, fruto del bloqueo institucional que se prolongó durante un año. En la actualidad, el Gobierno central ha activado una prórroga presupuestaria mientras negocia las cuentas del presente ejercicio. Aunque el objetivo del ejecutivo que preside Mariano Rajoy es la de no prolongar la prórroga a todo el ejercicio y aprobar unas cuentas específicas para este ejercicio durante el primer semestre del año, la división del Parlamento dificulta la negociación.

En este sentido, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, apuesta por una negociación rápida con la oposición, especialmente con el PSOE, para tratar de aprobar los presupuestos antes de Semana Santa, lo que supondría llevar las cuentas al Congreso, como muy tarde, en la primera semana de abril. Mas en el Partido Popular se baraja otro escenario: ralentizar el debate presupuestario para que el PSOE no tenga que apoyar los presupuestos antes de su congreso, fijado para el 18 de junio.

En un caso u otro, y teniendo en cuenta la tramitación de los presupuestos, la intervención en Liño se retrasaría, por lo menos, hasta el segundo semestre del año. Mientras tanto, el gobierno autonómico ha proyectado otra actuación paralela, presupuestada en 20.000 euros, para restaurar la emblemática figura entronizada del templo, que según reconoció meses atrás la directora genera de Patrimonio Cultural del Principado, Otilia Requejo, presenta una situación "delicada". El Principado acometerá esta actuación con fondos propios, por lo que no depende de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

La de San Miguel de Liño, aunque sea la más apremiante, no es la única intervención pendiente sobre las pinturas murales del Prerrománico asturiano. El IPCE y la Dirección General de Patrimonio Cultural de Asturias suscribieron en 2011 un convenio de colaboración para realizar una serie de estudios previos cara a restaurar las pinturas murales de Santo Adriano de Tuñón, San Salvador de Priesca, San Salvador de Valdediós, San Julián de los Prados y la propia iglesia de Liño.

La primera intervención encuadrada en este convenio fue la restauración de dos fragmentos de pintura mural en San Julián de los Prados, el popular Santullano, que supuso una inversión de 21.004 euros. Además, el IPCE realizó también un estudio microclimático en esta iglesia ovetense, con una inversión adicional de 17.464 euros enmarcada en el Plan Nacional de Conservación Preventiva.

Fruto del convenio de colaboración se ha procedido también, entre noviembre de 2015 y diciembre de 2016, a la restauración de las pinturas murales de Santo Adriano de Tuñón, que han precisado de una intervención de 89.273,80 euros. Y se prevé además que, una vez culminados los trabajos en San Miguel de Liño, se aborde una intervención de calado en los frescos de Santullano, el mayor y más importante conjunto de pintura altomedieval de la Europa Occidental. Para esta actuación hará falta antes un proyecto técnico que ni siquiera ha empezado a elaborarse.