"El poeta Arthur Rimbaud siempre se sintió atraído por la forma de vida de la burguesía de su tiempo, aunque a la vez rechazaba a ese segmento social al que no pertenecía". Fue uno de los datos sobre la figura del autor francés desgranados ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA por Francisco Morán Palacios, autor del libro "El paraíso de las tormentas, tras las huellas de Rimbaud", en el que recupera la figura del escritor desde el punto de vista actual.

El análisis de Morán parte de "Las cartas del vidente" (en francés "Lettres du voyant"), nombre dado a dos cartas escritas por Rimbaud en mayo de 1871, en las que desarrolla una dura crítica a la poesía occidental desde la Antigüedad y defiende el surgimiento de una nueva razón poética.

"A mi parecer, Rimbaud fue un precursor de la poesía actual y anticipó muchas cosas", señaló el escritor, que estrena su segundo libro.

Morán destacó que en ambos textos aparece la célebre frase "Je est un autre" ("Yo es otro"). Además, en las dos misivas, dirigidas a distintas personas, el poeta describe su innovadora poética basada en lo que designó como el "dérèglement de tous les sens" ("desarreglo de todos los sentidos"). José Antonio Méndez Sanz, profesor de Filosofía de la Universidad de Oviedo, encargado ayer de presentar a Francisco Morán, explicó que Rimbaud, uno de los "poetas malditos", según Paul Verlaine, "cumple un ciclo que se inició en Descartes y dice 'yo soy otro', no ese yo inmediato, ejemplo de la vida moderna", matizó. "Rimbaud asegura que cuando nos conozcamos debemos cultivar ese 'yo' mediante el desarreglo de los sentidos para quedarnos con las esencias", añadió el profesor.