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Instituto Aramo

El Aramo mima la Filosofía

El instituto abre una biblioteca especializada con ejemplares donados por el antropólogo y escritor Alberto Cardín para la consulta de sus dos mil alumnos

Alumnos de primer curso de ESO, en clase, con la profesora Elena Pérez.

El Instituto de Enseñanza Secundaria Aramo, en la calle Trece Rosas, ha reservado un lugar destacado a la Filosofía al habilitar un despacho de la planta baja como biblioteca especializada. Los ejemplares han sido donados por la familia del antropólogo y escritor Alberto Cardín, fallecido en 1992, con el objetivo de que el alumnado y los profesores puedan consultarlo. La idea surgió hace dos años cuando Emilio Lledó recibió el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. El filósofo visitó el instituto e impartió una conferencia como parte de su agenda de actividades y ante la buena sintonía lograda, el año pasado repitió la experiencia. Entonces, la biblioteca de Filosofía estaba a punto de inaugurarse, pero ahora ya está en funcionamiento. Además del sistema habitual de consulta, un equipo formado por expertos y becarios de la Universidad de Oviedo cataloga los libros.

El edificio del Aramo cuenta con otra biblioteca tradicional en el mismo pasillo que la de Filosofía. Tiene los mismos años que el inmueble, inaugurado en el curso 1963-64 como Instituto Femenino. Sin embargo, la historia del centro es más antigua y comienza en la calle General Elorza cuando compartía sede con el colegio del 4º Distrito, conocido ahora como Pablo Miaja. Allí estuvo desde el curso 1942-43 hasta los años sesenta. En esa época el centro se saturó de alumnos y comenzó la construcción del actual edificio del Aramo, en la calle Coronel Aranda, hoy Trece Rosas. La transición entre uno y otro inmueble se hizo con un traslado temporal a la facultad de Pedagogía, en el campus de Llamaquique.

Tras veinte años funcionando como Instituto Femenino, en los años ochenta el centro se hizo mixto y cambió de nombre. El claustro de profesores propuso varias alternativas; desde Poeta Ángel González hasta diferentes reyes asturianos, pero finalmente se impuso Aramo, en honor a la sierra del suroeste de Oviedo.

En los últimos diecisiete años ha sufrido varias ampliaciones para dar cabida a los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de los ciclos formativos de grado superior, de Imagen y Sonido, duplicando su tamaño.

El Aramo ofrece enseñanza desde primero de ESO hasta segundo de Bachillerato, además de los ciclos formativos. Es el único IES del municipio con las tres modalidades de Bachillerato existentes: Científico-Tecnológico, de Humanidades y Ciencias Sociales, y de Artes Plásticas y Escénicas. Noventa profesores conforman el claustro -con la directora Carmen Calero a la cabeza- y se distribuyen las aulas de los diferentes niveles educativos. Hay cuatro unidades de ESO, 16 de Bachillerato (ocho para el primer curso y ocho para el segundo), y los espacios habilitados para los ciclos formativos, que incluyen sala de fotografía, aula de ordenadores, e incluso un plató de televisión. El horario del centro es partido, de 8.30 a 14.30 horas y de 15 a 21 horas, aunque por la tarde hay menos actividad porque sólo acuden los alumnos de un primer curso de Bachillerato de Artes, dos grupos de segundo y alumnos de ciclos formativos.

En clase de fotografía, los alumnos practican con un bodegón hecho a base de objetos de cristal, como copas y ceniceros. Deben aprender a sacar las mejores imágenes bajo la supervisión del profesor Juan Carlos Martín. En el aula de al lado, un grupo edita fotografías en los ordenadores. A la misma hora, los alumnos de Bachillerato están en clase y los chicos de ESO disfrutan del recreo en el patio. Algunos hacen deporte, otros charlan o recogen libros en el punto de intercambio de textos y el resto va a la cafetería.

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