El acusado por la muerte de Imran niega haber golpeado y matado al niño. En respuesta a las preguntas de su abogado David F. ha detallado cómo conoció a Fadila "deje a una pareja que tenía para irme con Fadila. Ella y yo consumíamos drogas ocasionalmente y la rutina era trabajar y consumir." Según el relato de David, Fadila estaba muy celosa de su exnovia con la que iba a montar un lavadero de coches y se ofreció a ir a Marruecos a buscar dinero, "dejó al menor conmigo y nadie de su familia sabía nada".

Una exnovia de David era la que se encargaba de los gastos y aportaba el dinero, "nadie quería al niño en casa", ha asegurado el acusado. "Yo no podía quedarme con el niño y su hermana me decía que Fadila estaba muy y loca desaparecía a menudo. A los pocos días llamó y fuimos a Algeciras", narró. Según el relato de David F.C. ella estaba muy demacrada "de haber consumido droga" y le contó una historia que no se creyeron. La ex novia de David le recriminó su estado y le dijo que no se iba a llevar al niño. "Estaba enamorado, hacia lo que me pidiera, me dijo que estaba embarazada".

En Algeciras según David, vivían en la playa y pidieron ayuda a los servicios sociales que les facilitaron parte del dinero del viaje para volver a Asturias después de que el encontrase trabajo. "Antes de irnos pedí dinero para comprar droga y darle a Fadila, ella se puso como una fiera porque no había conseguido droga antes. Me tiré en la cama y no le hice caso." Al día siguiente antes de coger el autobús ella le dijo que iba a coger al niño ella porque se le había caído el día anterior "no le di más vueltas", aseguró. "El niño cojeaba pero yo estaba pendiente de encontrar trabajo y no me fijaba en otras cosas". Ya en Oviedo alquilaron un piso y su vida diaria era trabajar y trabajar, a las dos o tres semanas ella me pidió dinero para marihuana. Ella entraba y salía cuando quería".

David relata que había días que no cenaba al llegar a casa y reconoce que muchas veces llegaba "colocado". Un día llegó y no vio el carrito ni al niño, ella le dijo que estaba en Málaga y "no pregunte más, no le di importancia". Sobre un presunto episodio de violencia de género que obligó a al policía a acudir, David declaró que en realidad "estaban manteniendo relaciones sexuales y nos daba vergüenza abrir, los gritos eran por eso". "A mí me daba muy mala espina la desaparición del niño, faltaban muchas cosas", añadió.

"Fadila me dijo que teníamos que ir a Málaga para ver al niño, yo le dije que sí porque no aguantaba la presión. Ella se puso a trabajar en un piso de contactos y consiguió dinero pero solo nos llegaba hasta León así que fuimos haciendo escalas. Ella buscaba dinero rápido y se puso a trabajar en un piso como prostituta, me dijo que yo también tendría que trabajar y me quedé con ella ejerciendo la prostitucion. Nos llamaban, teníamos un teléfono cada uno pero yo no quería ejercer. Fadila cogio el teléfono una vez y me forzó a mantener relaciones con un chico".

En León según David ella nunca quería salir, "me extrañaba mucho", asegura. Un día la encontró llorando y le confesó el crimen "me dijo que se le había ido la mano, yo me quedé sin saber que decir, le decía que pasó que pasó... hablaba en plural decía que lo habían limpiado que lo habían tirado. Puse la noticia en Internet y vi nuestra foto. Yo fui a la habitación a consumir, dos días después ella me dijo lo que tenía que declarar. Cuando acabó la droga yo solo quería que viniera la policía". "Le dije tú ten al niño que yo no iba a decir nada"

"Le mandé una carta a Fadila estando en Villabona pero a esa carta le falta un folio, asegura, yo no quería que ella se separara de mi. Quería estar con ella le pedí un bis a bis aunque no me hablara. Sabía que si entraba en prisión se iba a alejar. En el folio que falta también le preguntaba por qué hablaba en plural con quien habia ido a tirar al niño. Yo no conocía la mezquita de Oviedo".

Después de escuchar estas declaraciones la madre del niño, Fadila C. S., comenzó a gritar a su expareja "asesino, tú mataste a mi hijo".

"David mato a Imram con la crueldad de un monstruo", lo ha dicho esta mañana Belén González, abogada de Fadila C. S., la madre del pequeño que apareció muerto en el interior de una maleta junto a las vías del tren en La Argañosa.

El juicio, que comenzó hoy, se ha tenido que parar durante unos minutos ante los llantos de la madre durante su declaración. Fadila explicó que David F.V. había amenazado con matarla si llevaba al niño al médico.

"Aquí se va a juzgar la muerte de un niño, alejen de sus mentes el tema de la violencia de género, como insinúan la defensa y la acusación particular". Así de rotundo se ha mostrado el fiscal Tomás Álvarez Buylla en el inicio del juicio por el asesinato del pequeño Inram. Álvarez Buylla explicó que "no hay prueba alguna y no existió denuncia ni investigación".

Dos años y cuatro meses después de que el cadáver del pequeño Imran fuese hallado en el interior de una maleta, junto a las vías del tren cercanas al apeadero de La Argañosa, sus presuntos asesinos se sientan en en el banquillo para responder por uno de los crímenes más brutales que se recuerdan en Oviedo. La sección tercera de la Audiencia Provincial acoge a partir de hoy el juicio contra la madre del pequeño -Fadila C. S.- y su entonces pareja -el gallego David F. V.- para los que el Fiscal Tomás Álvarez-Buylla solicita una pena de 33 años y 5 meses por cabeza como supuestos autores de los delitos de asesinato, maltrato habitual, lesiones y profanación de cadáveres. El juicio durará nueve días. Hoy se ha formado el tribunal popular compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres.

Álvarez-Buylla sitúa la muerte del niño "durante la última semana de octubre de 2014", en el piso que compartían Fadila, David e Imran en la calle Vázquez de Mella. El fiscal asegura que esa noche el padrastro del niño se dirigió a la habitación en la que estaba Imran y "sin motivo aparente, con propósito de causarle la muerte y a sabiendas de no ser necesario para ello, con el fin de producirle sufrimientos innecesarios", comenzó a abofetearlo en múltiples ocasiones, lo que produjo "que el menor llorase desesperadamente".

El fiscal considera que David F. V. respondió "agarrándolo fuertemente" para "al menos en tres ocasiones arrojarlo violentamente contra la pared, la cama y el suelo de la habitación". Álvarez-Buylla afirma que le agredió "repetidas veces", propinándole "diversos puñetazos en el abdomen y otras partes del cuerpo". Todo este rosario de brutales agresiones le produjeron al niño un politraumatismo exterior e interno, con múltiples fracturas óseas y orgánicas, que le provocaron una parada cardiorespiratoria "por abolición" de las funciones vitales.

Más palizas

La Fiscalía también sostiene que, una vez fallecido Imran, los dos acusados, "con la finalidad de ocultar la muerte del menor", lo introdujeron en una maleta pequeña, envuelto en una manta, y lo trasladaron hasta la zona del apeadero de Vallobín, "donde lo arrojaron y lo abandonaron entre unos matorrales con el fin de deshacerse del cuerpo", que finalmente fue descubierto por unos operarios que limpiaban las vías. La Fiscalía explica que, posteriormente, "y con el fin de lograr la impunidad o entorpecer la labor policial", la pareja se trasladó "a la ciudad de León, tras regalar la ropa y enseres del menor a terceras personas desconocedoras de los hechos acontecidos en el domicilio".

El ministerio público está convencido de que el padrastro de Imran le había pegado otras muchas veces sin que su madre hiciese nada por evitarlo. Álvarez-Buylla recoge en su escrito que en una de esas palizas David F. V. le produjo al niño "la fractura de la primera costilla derecha", una lesión por la que no recibió asistencia médica alguna.

También sostiene el fiscal que "durante la primera quincena del mes de octubre de 2014", estando el niño con la pareja en la vivienda de Vázquez de Mella, David F. V. se acercó al menor y le dio "un fuerte puñetazo en una de sus piernas" sin motivo aparente. El golpe "motivó que el niño sufriese una fractura en la pierna derecha". Acto seguido le colocó un trapo caliente sobre el muslo, "lo que provocó una quemadura en esa zona". La madre del niño "se hallaba presente" y "omitió de forma voluntaria toda ayuda dirigida a auxiliar a su hijo, sin que éste recibiera al menos durante quince días ayuda o auxilio médico o de terceras personas".