En el ámbito de la medicina, pocas cosas son sencillas. La pediatría es un buen ejemplo. El profano pensará que un pediatra es un pediatra. Pues no. O, más bien, no exactamente. Porque hay pediatras de hospital y pediatras de centro de salud. La especialidad es la misma, pero la categoría es distinta. De esta distinción se derivan problemáticas diversas, y una de ellas atañe a las ofertas de empleo público. El Principado ha convocado sendos concursos-oposición, uno para pediatras de centros de salud y otro para pediatras de hospital. Y en el baremo de méritos ha introducido una diferencia polémica: en el proceso selectivo de atención primaria, el tiempo trabajado en un centro de salud puntúa lo mismo que el trabajado en un hospital; en la oposición de hospitales, no se da puntuación alguna al tiempo trabajado en un centro de salud.

Esta asimetría ha causado una notable indignación a los pediatras interinos asturianos que trabajan en primaria y que aspiran a obtener una plaza fija en el concurso-oposición en el que la Consejería de Sanidad oferta 17 plazas en centros de salud. El examen se desarrolló el pasado 17 de diciembre, ya ha sido corregido, y el proceso se halla ahora en la fase de concurso, de cómputo de los méritos, que en este caso está en el origen de la polémica.

Treinta y dos de los opositores que trabajan en centros de salud presentaron ayer ante el registro de la Administración un escrito en el que reclaman que en las oposiciones de pediatras de primaria se dé prioridad a los servicios prestados en los centros de salud, y que en las de hospital se haga lo propio con el desempeño en la red de atención especializada. "Son trabajos muy distintos", enfatizan los opositores. Y agregan: "Lo que pedimos es lo razonable y lo que se hace en otras comunidades cercanas, como Galicia, Cantabria y País Vasco". Este grupo de especialistas ya han contratado un abogado y advierten de que están dispuestos a llevar su reivindicación "hasta el final".

Apoyo de tres sociedades científicas

Este colectivo de médicos ha logrado que su reclamación sea apoyada por tres sociedades científicas de la especialidad: la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Asociación Española de Pediatría (AEP). El Servicio de Salud del Principado (Sespa) está dispuesto a satisfacerles, pero no del todo. Ayer mismo, la Administración anunció a este periódico que no tocará el concurso-oposición de pediatría de primaria, pero sí el de pediatría hospitalaria, en el que están en juego 13 plazas, y cuyo primer examen estaba programado para el próximo 18 de marzo. El Sespa modificará el baremo de méritos de este proceso, igualando la puntuación otorgada a la experiencia en primaria y en especializada. Como consecuencia, se ampliará el plazo de presentación de candidatos, y el examen se retrasará a la segunda quincena de abril, de modo que coincida con la siguiente tanda de concursos-oposición.

Esta solución no contenta a los pediatras de los centros de salud. "Lo que pretendemos es preservar la pediatría de primaria. Dando igual puntuación a todos, lo que ocurrirá es que pediatras de hospital sacarán plazas de primaria, pero nunca las ocuparán, porque no les interesan y, sin embargo, son especialistas necesarios en los hospitales", argumentan.