La carretera ha vuelto a cobrarse otra vida en Oviedo. Un joven de 25 años, Jhonny Geovanny Álvarez Chávez, perdió la vida la madrugada de ayer tras salirse de la vía con la moto que conducía e impactar frontalmente contra la puerta metálica que da acceso a una finca situada en el kilómetro 411 de la carretera N-634, en Santa Marina de Piedramuelle. Se da la circunstancia de que el impacto se produjo en un punto situado a escasos cincuenta metros del lugar en el que falleció otro motorista de 50 años hace justo una semana. Jhonny Geovanny Álvarez Chávez era de origen ecuatoriano, aunque llevaba quince años residiendo en Oviedo y contaba con la nacionalidad española, según certificó ayer su única hermana. La familia asegura que el joven circulaba en "una Honda deportiva de 600" centímetros cúbicos.

El suceso se produjo poco antes de las dos de la madrugada. Según sus familiares, el joven fallecido regresaba de atender a los perros que tiene guardados en una finca situada cerca de Trubia. Decidió ir tarde a darles de comer a los animales porque era muy aficionado al fútbol y previamente había estado en Oviedo disfrutando del encuentro de Liga que disputaron el miércoles el Real Madrid y el Valencia. Cuando regresaba a su domicilio de la capital asturiana, por causas que aún se están investigando, el joven no pudo controlar la moto al encontrarse con una curva situada después de un tramo recto de unos 70 metros. Aunque no hay testigos directos ni ningún otro vehículo implicado en el fatal accidente, fuentes de la Guardia Civil consultadas por este diario aseguran que todo apunta a que el fallecido "hizo un recto" y acabó estrellándose contra la verja metálica de la finca "sin que la moto ni siquiera arrastrase por la calzada". Es decir, que según esas primeras pesquisas, el joven no habría caído de la moto hasta impactar con la cancilla, que ayer estaba arrancada y hecha añicos.

Los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvarle la vida a Jhonny Geovanny Álvarez Chávez, que según su hermana "murió en el acto". Los informes forenses que recibió la familia a lo largo del día de ayer reflejan que el fallecido "sufrió un golpe muy fuerte en la cabeza" y que el impacto contra el cierre de la finca "le dejó las cervicales destrozadas", asegura la hermana del joven.

Camarero de El Ovetense

Jhonny Geovanny Álvarez Chávez era muy conocido en Oviedo a raíz de haber trabajado como camarero en la sidrería El Ovetense, un establecimiento en el que estuvo empleado "durante bastante tiempo", explican sus allegados. Después de dejar el trabajo en El Ovetense estuvo trabajando como extra, los fines de semana, en el Llagar El Güelu de Pruvia, aunque ese empleo le duró menos. "El quería dejar la hostelería. Estaba quemado y había encontrado otro trabajo en una empresa de paquetería de Gijón", señala uno de sus compañeros en la sidrería de Pruvia. "Era un chaval muy sano y una persona muy agradable con los demás", explica su amigo.

En el lugar del accidente aún permanecían ayer algunos restos de la moto del fallecido y del casco que llevaba en el momento del accidente. Desde ese mismo punto puede verse el sitio en el que la semana pasada perdió la vida A. A. M., un motorista de 50 años que perdió el control del vehículo, rebasó el quitamiedos y salió despedido por el aire para acabar cayendo a la finca en la que se encuentra la verja contra la que chocó Jhonny Geovanny Álvarez Chávez. En esa ocasión el fallecido circulaba en sentido contrario, en dirección a Trubia desde Oviedo.

El accidente tras el que falleció A. A. M. se produjo a las doce menos cuarto del mediodía. Los agentes encontraron la moto tirada en mitad de la carretera y a un todoterreno con diversos daños materiales. Al parecer, el coche arrolló a la moto -ya sin conductor- justo después del siniestro. Los vecinos de la zona exigen que se tomen medidas "para acabar con las muertes" en lo que consideran "un punto negro sin señalizar" y con un firme "en mal estado".