El original, el submarino "Jago", sirvió a los investigadores del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona-CSIC para estudiar los misterios del Mediterráneo. Y el simulador, construido con su mismo aspecto exterior, permite que quienes visitan la exposición "El mar a fondo", en el espacio que comparten el instituto Fleming y el colegio Baudilio Arce, puedan replicar su experiencia y recorrer la plataforma continental y el cañón escondidos bajo las aguas situadas frente al cabo de Creus. Una experiencia de gran realismo que incluye vídeos grabados desde el interior del vehículo y el sonido que en aquellos momentos escuchaban el piloto y el científico que navegaban en su interior. Además de ponerse en la piel de los investigadores, quienes acudan a la exposición, en la que colaboran la Obra Social de Caixabank, la Consejería de Educación del Principado y LA NUEVA ESPAÑA, contemplan también la fauna y la flora de la zona. Hoy es el último día para visitar una muestra que está abierta al público general de 16.00 a 19.00 horas.

"Se ven diferentes especies como gorgonias o corales", explica Stefano Ambroso, al tiempo que destaca el realismo de la experiencia. Al final de la proyección, se ve incluso cómo, con un brazo mecánico, la tripulación interviene en el fondo marino -sin causar perjuicio en el entorno- para seleccionar una muestra. Apunta, además, que el cabo de Creus, donde se grabaron más de 70 horas de vídeo, "es muy rico, tiene mucha diversidad". En la zona abundan también peces y crustáceos, expuestos en un panel a la puerta del submarino, que sirve para realizar un juego de preguntas a quienes terminan la inmersión y para medir su capacidad de observación: "Los investigadores tienen que estar siempre muy atentos. Si estás jugando con el móvil no puedes describir luego lo que has visto". Un mensaje para despertar el científico que llevan dentro los niños de las excursiones escolares que han tenido la exclusividad en el horario de mañana. Y también para avivar la curiosidad de los más mayores.Más de 700 visitantes

Por "El mar a fondo", han pasado ya "más de 700 personas", explica Stefano Ambroso. Durante las tardes, dice, han recibido a "personas de todas las edades que se fueron muy contentos", añade tras destacar que "ayer -en referencia al miércoles- se llenó en todos los pases".

El simulador de "Jago", que permite bucear a una profundidad de 400 metros, es la estrella principal de "Exploración de los océanos", una de las actividades de una exhibición que completan los talleres "Los bosques del mar" y "¿Qué esconde el hielo marino antártico". Pero comparte el protagonismo con el vehículo operado por control remoto ROV (del inglés remote operated vehicle), un pequeño robot utilizado por el propio Stefano Ambroso, que divulga los conocimientos del mar en Oviedo en compañía de otros seis científicos, durante los tres meses que pasó investigando en la Antártida. El dispositivo va "unido al barco por un cable umbilical" y que sirvió al investigador italiano para grabar los fondos marinos. Y luego estudiarlos: "Analizar cada hora de vídeo supone una hora de trabajo, se ve muchísima vida".