El proyecto "Mosaico de sonidos" floreció anoche en Oviedo. El resultado final de esta iniciativa, de calado nacional y que, desde las orquestas sinfónicas y a través de la música, promueve la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, se pudo ver por fin en el Auditorio. Y, ante la entusiasta reacción del público, quedó claro que fue un triunfo.

En el arranque, se proyectó un documental sobre el proyecto, en el que se mostraba la dinámica de las clases, con Oviedo representada en la figura de Ana Mateo, gerente de la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA), así como por algunos de los profesores que han dado clase a los participantes.

Acto seguido, la OSPA y Oviedo Filarmonía, las dos formaciones asturianas que participan en el proyecto, subieron juntas al escenario para interpretar un programa en el que "La flor más grande del mundo", el cuento de José Saramago, con música de Emilio Aragón, marcó los mayores registros emocionales. A ello contribuyó, sin duda, una sorpresa que la organización se había guardado: durante la interpretación, cada uno de los participantes iba pidiendo un deseo y abriendo, al tiempo, uno de esos pétalos que componen la flor más hermosa del mundo. La flor de los deseos.

Porque los chicos y chicas que participaron en el proyecto fueron los grandes protagonistas de la jornada, brillaron con luz propia y supieron conquistar al público. Ataviados con trajes de temática natural, leyeron pasajes del cuento de Saramago, actuaron, bailaron, tocaron instrumentos e incluso uno de ellos se atrevió a dirigir a la orquesta, antes de que otro se animase a interpretar el "Asturias, Patria Querida" a la gaita.

La segunda parte de la jornada, ya sin los chicos de Plena Inclusión, estuvo dedicada a la suite de Mussorgsky, "Cuadros de una exposición", en la que tiene mucho peso el viento metal y percusión. Al igual que en la emotiva primera parte, este tramo final también mereció el aplauso del público, puesto en pie para agradecer una iniciativa en la que el arte es un bastión para lograr la inclusión