David González Codón es el nuevo responsable de la Junta Local de Hostelería de Otea, que en Oviedo aglutina a 600 negocios. En la anterior legislatura fue miembro de la junta directiva, por lo que conoce bien la casa.
-¿Con qué proyectos llega bajo el brazo?
-El más importante es el de conciliar a la hostelería local, intentar que haya diálogo tanto entre los empresarios como con la Administración, y hacer que la hostelería de Oviedo funcione lo mejor posible.
-¿Se refiere a Unión y Defensa de Hosteleros de Asturias, una plataforma crítica con Otea?
-Ofrecí a su presidente, Edén Jiménez, con el que tengo una buena relación, que se integre en nuestro equipo, y le dije también que era un error tratar de dividir a la hostelería.
-¿Qué otros problemas le preocupan de la hostelería ovetense?
-La idea es potenciar los proyectos en los que ya hemos estados trabajando, como los menús tradicionales, y seguir trabajando en otros proyectos, porque Oviedo necesita sacar la gente a la calle.
-Debuta con la nueva normativa de terrazas.
-Es un asunto en el que ya hicimos todo lo que estaba de nuestra mano. Intentamos hablar con todo el mundo y la situación es la que es. Ahora, lo único que pedimos es que la norma que se haga sea la definitiva para que podamos empezar a trabajar. Muchas veces las administraciones locales no se dan cuenta de que emitir normas en precario es muy perjudicial, porque todas las inversiones sin tener garantizado que se pueden rentabilizar es más difícil que se hagan. Lo que pedimos es diálogo.
-Pierden los hosteleros y los clientes...
-La norma de terrazas ha sido muy mala y consiguió el efecto contrario del que esperábamos. No creo que la ciudad sea más accesible. La gente sale a fumar a la calle con las mesas puestas al otro lado de la acera, y las terrazas han dejado de vender porque ya no están protegidas por los toldos. Eso sí, todos estamos de acuerdo en conseguir la accesibilidad.
-No es lo mismo una terraza en el Antiguo que en un barrio...
-Hay calles en Oviedo por las que pasa muy poca gente y en las que se deberían potenciar las terrazas para darles vida, y en otras terrazas con muchísimo más paso, a lo mejor debería de dejarse más distancia entre las mesas. Eso hubiera permitido hacer una norma con sentido.
-¿Con el PP en el Ayuntamiento vivían mejor?
-Nosotros vivimos bien con todos los que vengan y quieran escucharnos. No tenemos afinidad política con ningún partido, por mucho que se quiera decir lo contrario. Es una cuestión de diálogo para que la hostelería funcione por el bien de la ciudad.
-¿Es partidario de que la Escuela de Hostelería pase a ser gestionada por Otea, como parece que así será?
-Otea forma parte de la fundación de la Escuela y es indiscutible que tenemos unas instalaciones buenísimas a las que hay que sacar rendimiento.
-Si así fuera, ¿qué contenido, a su juicio, le habría que dar?
-El sector necesita profesionales en todos los aspectos, por lo tanto lo menos complicado es darle contenido. Tiene que haber un compromiso de la Administración por entender la importancia del sector turístico, y que la calidad que transmitimos a los visitantes depende mucho de la formación.
-¿Menos chiringuitos y más Gastromateo en los barrios?
-No estamos en contra de los chiringuitos porque hay un público de Oviedo que les gusta. Lo único que pedimos es que los hosteleros tienen que poder participar de las fiestas, porque son los que saben de ocio y están todo el año pagando impuestos. El modelo de Gastromateo era complementario con los chiringuitos y gustó a la gente.
-Ya se reunió con el concejal de Turismo, Rubén Rosón, ¿qué le planteó?
-Pedimos que esta nueva junta local sea catalizadora de todos los eventos relacionados con la hostelería que se hagan en Oviedo. Es decir, que podamos tener presencia en las actividades hosteleras que se hagan en espacios públicos.
