La Corredoria fue ayer una fiesta, y particularmente la plaza del Conceyín. Por la mañana, a eso del mediodía, más de medio millar de corredores de todas las edades tomaron la salida, desde la popular plaza, para participar en la carrera "Todos somos iguales", una singular iniciativa de los alumnos del instituto de este populoso y joven barrio ovetense. Esta actividad estuvo enmarcada dentro del Plan Municipal de Infancia y Adolescencia del Ayuntamiento de Oviedo.

Casi una hora después, en la meta, la animación no podía ser más grande. ¿Quién ganó? Todos, porque el premio fue el participar en esta cita deportiva en la que se protestaba contra la violencia de género. El número de corredores superó las mejores previsiones. Y es que sólo en la mañana de ayer se apuntaron doscientos de una tacada. El buen día también ayudó.

"Este éxito nos anima a organizar para el próximo año una segunda edición", apuntó a este periódico uno de los jóvenes organizadores, Pablo Llera, que igual que sus compañeros de instituto estaba muy contento por el éxito de la convocatoria.

La concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga, una de las participantes en la carrera, todavía tenía fuerzas para bailar animada por la música durante el sorteo de regalos. "Vi a corredores de Gijón y de Laviana, esto es una maravilla", añadió satisfecha.

Y a pocos metros, los más pequeños disfrutaban de la sesión matinal de las barracas, instaladas en la plaza junto a la carpa, en la que desde ayer se celebran concursos de disfraces y baile con música en directo hasta mañana. La Asociación de Festejos "San Juan" apostó este año por organizar la I Feria de Carnaval y dio en la diana.