La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Al Final De La Semana

Oviedo se aísla por la Vega

La ciudad no coloca en la agenda del Principado sus asuntos esenciales ahora que Asturias lleva a Rajoy su lista de deseos

Gabino de Lorenzo manejó durante años el concepto del cerco a Oviedo para escenificar el aislamiento al que los sucesivos gobiernos regionales sometían, según su visión, a la capital asturiana. Años de gobiernos de signos contrarios enfriaron las relaciones y alejaron los grandes proyectos. Dos décadas y media después, ahora con alcalde socialista, Oviedo se aísla a sí mismo y no coloca en la agenda del Principado sus asuntos esenciales. Asturias prepara una gran alianza para presentar en Madrid sus exigencias a Mariano Rajoy. Ya hay un documento de obras pendientes y 17 organizaciones implicadas para certificar el acuerdo social y político para las infraestructuras que necesita la región. La consejera de Fomento, Belén Fernández, pone la cara y negocia, pero el proyecto es un empeño del presidente, Javier Fernández. El mismo que desanduvo meses atrás el callejón sin salida socialista que tenía a España sin Gobierno y a Rajoy en el limbo.

Oviedo no se ha hecho valer en esa lista. Le afectan algunas propuestas, como las conexiones con el aeropuerto y las mejoras ferroviarias, pero no ha colocado lo sustancial. El borrador implica infraestructuras de comunicación: la Variante, León-La Robla, cercanías ferroviarias, plan de vías de Gijón y estación intermodal, soterramiento de Langreo... Para Oviedo deja asuntos no menores (conexión entre estación de tren y autobús o mejora de la carretera de Matalablima a Lugones), pero tampoco vitales.

No hay rastro de ideas para el agujero negro a la entrada de la ciudad, con un solar, el de la vieja Fábrica de Armas, "secuestrado" por Defensa, y una entrada al casco urbano (bulevar de Santullano) para la que se pide dinero a Europa pero no ayuda al Gobierno central, por mucho que el suelo sea de competencia local. Para qué hablar del Cristo o del Prerrománico, pues parece haber quedado el documento restringido a las comunicaciones. Otro debate habría ahí, por cierto.

Si los alcaldes ovetenses del PP consiguieron poco del Gobierno regional, lo mismo ha aportado de momento que Wenceslao López comparta siglas socialistas con la Administración autonómica. Hasta ahora, Oviedo tampoco ha tenido peso en los primeros pasos del proyecto del área central, cuando está llamada a ser su núcleo, por su posición geográfica y por la capitalidad. Pero el Alcalde no ha podido o no ha querido tirar con fuerza de la chaqueta de Javier Fernández. O éste no se ha dejado. La distancia entre uno y otro la paga la ciudad. Nunca fueron de la mano en el PSOE y las negociaciones poselectorales les han alejado, por sus diferentes criterios, en las últimas citas municipales. El esfuerzo asturiano a la puerta de Rajoy -con esperanzas fundadas de lograr esta vez algunos hitos- se centra en infraestructuras en las que no está Oviedo. ¿Alguien en la ciudad se pregunta por qué pasan estas cosas?

Compartir el artículo

stats