El Antroxu infantil que se celebró ayer por la tarde en el centro social El Cortijo de La Corredoria fue todo un éxito, un anticipo de lo que viene este fin de semana, con el Carnaval más tardío de Asturias. Casi trescientos pequeños lucieron sus mejores disfraces, algunos tan originales como trabajados, lo que puso al jurado en más de un apuro a la hora de elegir los ganadores.

La Asociación Libre de Mujeres de La Corredoria, un año más, consiguió hacer un concurso para los más pequeños que ya es un clásico en el barrio después de nada menos que veinticuatro años. Además, también fue una buena manera de celebrar el 25.º aniversario de la inauguración del emblemático centro social ovetense, como recordaba Alfonso Pereira, que durante muchos años fue el alcalde de barrio.

"La mayoría de los disfraces fueron impresionantes", aseguró Teresa Ruiz, la nueva presidenta del colectivo organizador. Hasta los 5 años la participación superó los ochenta disfraces. "Hemos tenido que dar premios dobles", explicó Laura Nieto, una de las integrantes del jurado. Los ganadores entre los más pequeños fueron para dos disfraces que, curiosamente, en ambos casos estaban caracterizados como bomberos. El premio especial fue para uno de lavadora.

A la categoría de 6 a 12 años se presentaron 38 participantes. El primer premio fue para el disfraz de un dragón y el especial para una caja de palomitas.

En la categoría de más de 12 años concurrieron 81 participantes, alzándose con el primer premio un hada del bosque, y con el especial el disfraz de la abeja "Maya".

Y por último, el referido a grupos, veintitrés en total, que contó nada menos que con 102 participantes, que también se lo pusieron muy difícil al jurado. Su resolución final fue elegir dos disfraces ganadores: el de un safari y el de payasos. El premio especial fue para "Escucha al planeta", elaborado en su totalidad con productos reciclados.

Y para finalizar, la clásica y monumental chocolatada, que preparó el incansable Titi, todo un personaje del barrio, que tuvo más trabajo del que pensaba, ya que llegó a servir casi 400 vasos de chocolate. Y es que, lógicamente, los padres de los pequeños también participaron en el condumio.