Anda el río revuelto en el seno de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO) desde que su presidente, Emilio Peña, acercase posturas con el resto de colectivos vecinales que operan en la ciudad. Las asociaciones que integran la FAVO no están de acuerdo con trabajar en conjunto con el resto de federaciones y han votado en contra de esa colaboración a pesar de la postura de Peña, que apuesta por hacer piña "para hacer más fuerza y lograr cosas positivas para Oviedo".

El desacuerdo se centra principalmente en la Federación General de Asociaciones de Asturias. Muchos de los presidentes de las asociaciones adscritas a la FAVO consideran que ese colectivo "está integrado por personas afines al PP que miran más por intereses políticos que vecinales", algo "que no se puede tolerar", explica uno de esos presidentes, que prefieren mantenerse en el anonimato.

Algunas fuentes aseguran que la situación hizo que el presidente de la FAVO llegase a pensar en dimitir, aunque Emilio Peña aseguró hoy que continuará en el cargo. "A esto se le llama democracia. Aunque no esté de acuerdo respeto a la mayoría y la FAVO no estará representada como entidad en esa unión de federaciones", dijo.