"Sólo en casos muy excepcionales y con una prescripción facultativa muy clara". Éste es el criterio que el gerente del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y del área sanitaria de Oviedo, Luis Hevia, expuso ayer para admitir visitas de mascotas en los hospitales ovetenses. Ayer mismo se hizo un paréntesis en esta norma: "Cala" y "Viena ", dos labradoras de terapia, marcaban un hito al convertirse en los primeros perros que entraban en el HUCA para pasar la tarde con los niños ingresados. "Son dos bombones", decía uno. "Me gusta la más pequeña porque es más suave", exclamaba otro, acariciando a "Cala".

En la Comunidad Valenciana, algunos centros sanitarios han habilitado zonas independientes para posibilitar el encuentro entre los enfermos y sus mascotas. "En el entorno hospitalario hay muchos condicionantes de seguridad para los pacientes y ahora mismo aquí sería inviable. Ni siquiera se ha puesto sobre la mesa", insistió Luis Hevia. La de ayer fue una primera aproximación y los responsables sanitarios no descartan estudiar posibles escenarios de colaboración para repetir la experiencia. "Terapias como ésta ayudan a que los niños toleren mejor la hospitalización y se integren en el entorno", puntualizó Fernando Santos, director del área de gestión clínica de Pediatría. La iniciativa se enmarca en las actividades que se organizan en torno a la Feria del Perro de Tineo, que se celebra este fin de semana. "Habíamos hecho terapia con los mayores y hace tiempo que pensábamos hacerla con los niños", señaló el alcalde de Tineo, José Ramón Feito.

"Los perros te hacen sentirte muy especial", explica Amelia Suárez, presidenta de la asociación TEA, entidad sin ánimo de lucro especializada en terapias asistidas con canes. Animales que se convierten en doctores de cuatro patas que consiguen que los niños se olviden por unas horas de tratamientos y pruebas.