"¿Tenéis champán o algo?", preguntó ayer Conchita Rodríguez en cuanto cruzó la puerta de la administración de La Gesta donde el sorteo de la bonoloto dejó el viernes 183.817,73 euros. "Me tocó a mí el premio", bromeó a los pocos segundos, una vez alcanzó el mostrador. El agraciado aún no ha aparecido y no hubo ninguna fiesta, pero Belén Iglesias, trabajadora del establecimiento, desearía que Conchita Rodríguez no le estuviese tomando el pelo. "Ojalá fuese ella, o otro de nuestros clientes habituales", comentó. Antes de recibir a una de sus más fieles visitantes ya se había mostrado entusiasmada por haber vendido el boleto. "Nos hace mucha ilusión", resalto para desear después que el anuncio de que habían despachado un billete ganador luciese con mayor frecuencia en su escaparate: "Ojalá repartiésemos más dinero".

"Antes de que nos llegase la notificación de Loterías ya me enteré de que habíamos dado el premio gracias a una publicación de LA NUEVA ESPAÑA en las redes sociales", apuntó Belén Iglesias. "No sabemos si fue un boleto automático o si el cliente eligió los números", comentó antes de señalar con alegría que "el premio está genial, se sale muy bien del paso con 183.000 euros".

La administración cuenta con una peña que juega al euromillón y a la primitiva y, además de numerosos vecinos de la zona, recibe viajeros que se hospedan en un hotel cercano y se acercan a probar suerte. Uno de ellos podría ser el acertante de la combinación de números ganadora -16, 48, 40, 21, 6 y 32, con el 33 de complementario-, que generó también 76 aciertos de tercera categoría, premiados con 1.209 euros cada uno. "Me alegré mucho cuando me enteré", comentó Conchita Rodríguez antes de irse.

"A todos los españoles nos hace mucha falta", añadió antes de relatar cómo en el camino que va de su casa al supermercado se encontró a "cuatro personas pidiendo limosna. A uno le compré algo de comida y me dijo que lo agradecía más que el dinero". Como la trabajadora del establecimiento, deseó que además de alguien conocido, el premio haya ido para paliar la situación de alguien que lo necesite.