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Industria desdice a los jueces y garantiza que los radares de Oviedo son válidos

Un informe de Metrología asegura que la cabina de Santullano está homologada y que no necesita más certificaciones hasta abril de 2018

El radar de Santullano. L. MURIAS

Las cabinas que custodian los radares de Oviedo están homologadas, son legales y no necesitan nuevos certificados hasta pasados seis años de su puesta en servicio. Lo afirma ahora en un informe elaborado a instancias del Ayuntamiento de Oviedo el Centro Español de Metrología (CEM), el organismo dependiente del Ministerio de Industria encargado de certificar la legalidad de estos aparatos. Según este documento, y en contra de las recientes sentencias (cuatro en total) que anularon varias multas emitidas en el tramo urbano de la "Y", la caja del radar de Santullano está homologada hasta el 25 de abril de 2018.

Las sentencias que anularon aquellas multas no se pueden recurrir. Son un procedimiento abreviado y limitado. Sin embargo, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Oviedo, Ricardo Fernández (PSOE), ha querido despejar la sospecha de la falta de legalidad que planeaba sobre estos instrumentos después de que los jueces indicaran que a los radares de la ciudad les faltaba un papel, el correspondiente a la homologación de la cabina en la que se instala el cinemómetro. Los informes solicitados no cambiarán las sentencias pero, confía el concejal, que sirvan para blindar al municipio ante nuevas reclamaciones y "para garantizar que estamos actuando dentro de la legalidad".

Los documentos de los que dispone ahora el área de Seguridad para garantizar la legalidad de los aparatos con los que se ponen las multas en Oviedo incluyen un informe del Centro de Metrología, otro de la empresa instaladora de los aparatos, uno muy detallado de la concesionaria que se encarga de su mantenimiento y un informe final de José Manuel López, comisario jefe de la Policía Local.

Todos ellos son informes emitidos en las últimas semanas, y solicitados por el Ayuntamiento después de que los certificados de los que dispone fueran insuficientes en los juicios para probar la legalidad de los aparatos. Y aunque despejan las dudas, lo que hacen es ratificar la postura que el Ayuntamiento había defendido ante los tribunales.

El sistema de radares dispone de dos elementos, el cinemómetro y la cabina en la que se instala. El proceso de verificación de estos elementos, tal y como detallan todos estos informes, pasa por verificar, primero, el aparato, que ha de someterse cada año una revisión. Una vez que el cinemómetro tiene el visto bueno de Metrología, éste se instala en cada una de las seis cabinas que hay en Oviedo, se realizan mediciones con el radar puesto y, superadas las pruebas, se obtiene el certificado para cada una de esas cabinas. Metrología garantiza hasta tal punto estos certificados que, señala la empresa encargada del mantenimiento, una vez superadas las mediciones, el propio CEM sella los puntos de ajuste de las cabinas "evitando posibles alteraciones en su posición". De esta forma, señala Metrología en su informe, "el titular de la cabina que sirve de soporte y protección al cinemómetro no está obligado a solicitar la verificación de la cabina hasta seis años de su puesta en servicio".

En el caso de la cabina de Santullano, carente de los certificados que garantizaban su legalidad según los jueces, las mediciones se realizaron en abril de 2012 y el CEM certifica que funciona correctamente hasta el 25 de abril de 2018. A la vista de todos los documentos, el comisario jefe resuelve en su informe que todos los instrumentos de los que dispone el Ayuntamiento para controlar la velocidad de los vehículos, "se ajustan a la normativa vigente, tanto el cinemómetro como la cabina". "Estos aparatos no albergan ni la más mínima duda de legalidad", insiste el comisario, "estando homologados, certificados y sometidos a sus verificaciones periódicas correspondientes, tanto las cabinas como el cinemómetro". Aunque el Ayuntamiento ha optado hasta ahora por desconectar el radar.

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