El Cabildo extremará la seguridad en la Catedral para evitar robos durante la restauración del Arca Santa, que comenzará en la segunda quincena de este mes. Las ventanas del Museo de la Iglesia, que dan al claustro gótico, quedarán herméticamente cerradas y la empresa que lleva a cabo las obras en las fachadas de la Corrada del Obispo y el Tránsito de Santa Bárbara se han comprometido a contratar personal de vigilancia. La restauración de la reliquia ha sido encomendada a una empresa con sede en Madrid y de ámbito internacional, pero estrechamente vinculada a Asturias a través de la persona que la creó a finales del siglo XIX, Félix Granda, sacerdote y natural de Pola de Lena.
El Arca Santa no saldrá nunca de la Catedral. Ni ella ni ninguna de sus piezas. El contrato de los profesionales que colaborarán en su restauración incluye una cláusula de confidencialidad, una práctica habitual en ocasiones como ésta. Sólo dos de ellos, el platero y el restaurador, trabajarán de forma permanente en el taller habilitado para esa tarea, localizado en algún lugar dentro del conjunto catedralicio, que el Cabildo mantiene en secreto.
El resto de los artesanos irán pasando por él a medida que avance la reparación y para analizar los componentes del arcón un químico del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), el organismo dependiente del Ministerio de Cultura que ha redactado el proyecto y dirige la actuación, viajará a Oviedo para tomar "micromuestras", que se analizarán en los laboratorios del IPCE en Madrid.
El claustro gótico, al que se accede desde la Puerta de la Limosna, que se abre a la Corrada del Obispo, es a día de hoy y a simple vista el flanco más vulnerable de la Catedral. Las obras que empezaron el pasado lunes, para consolidar la fachada tras los desprendimientos de los últimos años, se alzan hasta los tejados. Por eso, el Cabildo ha pedido a la empresa Artecdos, que lleva a cabo la obra, que extreme la vigilancia.
En el interior del claustro las ventanas del Museo de la Iglesia, en la parte alta, serán clausuradas herméticamente.
Taller de Arte Granda ha sido la empresa seleccionada por el Cabildo ovetense, a propuesta del IPCE, para llevar a cabo la delicada tarea de reparar el Arca Santa, un objeto cargado de valor histórico y de simbolismo religioso y cultural. Se trata de una empresa que desde el Cabildo califican como "única", ya que dispone de todos los profesionales que se requieren para esta restauración: un restaurador, un ebanista y un platero, además de un gemólogo, dos historiadores, un fotógrafo y un químico del IPCE. Paz Navarro, del servicio de Conservación y Restauración de Obras de Arte y Patrimonio Arqueológico y Etnográfico del Instituto, supervisará la intervención.
Granda, un taller especializado en arte sacro y religioso, ya ha suministrado objetos de culto a la Catedral de Oviedo en varias ocasiones. Últimamente ha restaurado la Custodia de la Catedral de Toledo, ha trabajado en la rehabilitación del Teatro de la Comedia y confecciona casullas para el Papa Francisco I. Ha trabajado en iglesias de todo el mundo, desde Estados Unidos a Singapur y Rusia.
