"No hay en el mundo un sistema más avanzado de asistencia ventricular que éste que hemos implantado en el HUCA", subrayó ayer César Morís, director del área del Corazón del Hospital Universitario Central de Asturias, al explicar la relevancia del primer implante de un "corazón artificial" que se lleva a cabo en la región, realizado del pasado día 1 a un paciente de Pola de Siero. "Era la única opción terapéutica que quedaba si queríamos mantener no sólo su calidad de vida, sino incluso su supervivencia", aseveró Luis Hevia, gerente del HUCA y del conjunto del área sanitaria de la región.

Los detalles de la intervención practicada a J. P. R., de 44 años, quien sufría una miocardiopatía dilatada (alteración que debilita el músculo cardíaco e impide al corazón bombear suficiente sangre al organismo), fueron expuestos en rueda de prensa por César Morís, Luis Hevia y varios miembros del equipo que participó en el proceso: los doctores Beatriz Díaz Molina y José Luis Lambert y la enfermera María José Bernardo, todos ellos de la unidad de insuficiencia cardiaca; los cirujanos cardiacos Jacobo Silva y Carlos Morales; Guillermo Muñiz Albaiceta, director de la UVI Cardiaca; y Félix Fernández, jefe de sección del servicio de Anestesia.

"Este éxito es el resultado del trabajo coordinado de toda un área clínica funcional, que desborda la antigua división de servicios", subrayó el doctor Morís. Por el momento, el paciente, fontanero calefactor de profesión, continúa ingresado en el HUCA y evoluciona de forma favorable, según indicaron los médicos.

"La expectativa de vida de un paciente de estas características es muy limitada si no se hace nada", afirmó la doctora Díaz Molina, quien agregó que en España este tipo de operaciones sólo están aprobadas hasta que resulta posible someter a ese enfermo a un trasplante de corazón. Pasado un tiempo, señaló la cardióloga, J. P. R. será reintegrado en la lista de espera, pero ya "en una situación óptima para afrontar el trasplante".

Una de las ventajas del dispositivo electrónico que se le ha implantado radica en su larga duración. El caso conocido que más tiempo acumula con un corazón artificial suma 14 años, puntualizó José Luis Lambert, quien agregó que la insuficiencia cardiaca constituye "el problema sanitario más importante del momento actual y del futuro".

Los especialistas declinaron aventurar cuántas asistencias ventriculares pueden ser implantadas anualmente en el HUCA. " Seguramente sobrarán los dedos de una mano", indicó el doctor Lambert. Cada máquina tiene un coste aproximado de 100.000 euros.