"Omega", el disco que Enrique Morente y Lagartija Nick editaron en 1996 versionando los poemas de Federico García Lorca y las canciones de Leonard Cohen fue "dinamita pura". Alberto Manzano es el hombre que tuvo la idea. La concibió como un regalo de cumpleaños para su amigo Cohen, que acababa de cumplir los sesenta, sabiendo de "su devoción por Lorca y el flamenco". Ayer, Manzano estuvo en Oviedo, para asistir a la proyección en la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO) del documental que cuenta como se gestó aquel disco ya legendario.

Alberto Manzano mantuvo una amistad personal con Cohen durante décadas y es su biógrafo. Él es un defensor de la poesía en el rock. Como traductor afirma que "el rock está saturado de versos de mala calidad". Eso sí, hay excepciones y "grandes poetas en el rock" y cita, además de a Cohen, a Lou Reed, John Lennon Lennon y David Bowie. En España -aunque aclara que no es su territorio- menciona a Santiago Auserón, Antonio Vega y Christina Rosenvinge. "Lennon decía no hay tiempo para leer poesía pero sí para escucharla y que puedes ser poeta con tu música", comenta Alberto Manzano al hilo de ese asunto.

Para Manzano "Omega" es una obra irrepetible y excepcional. "Ya se habían hecho discos de fusión, como 'La leyenda del tiempo', de Camarón, y 'Omega' fue una explosión, un milagro. Era la primera vez que se llevaban temas de un cantante norteamericano al flamenco", explica.

Alberto Manzano cuenta como Enrique Morente ya había puesto música a poemas de Lorca, a los más populares, los del "Cancionero gitano", pero cuando se enfrentó a los textos de "Poeta en Nueva York", con muchas más aristas y crudeza, buscó el respaldo de Lagartija Nick, con un sonido mucho más rudo y estruendoso.

Cohen no participó en la producción del disco, pero él y Morente llegaron a conocerse gracias a la intermediación de Manzano, que los presentó en una ocasión en la que ambos coincidieron en Barcelona.

No hace mucho Alberto Manzano publicó una Antología poética del rock y ahora trabaja en otra similar, pero con canciones de jazz, blues y soul. "Se ha de ser un poco poeta para hacer una traducción, hay que conocer profundamente la obra y al autor. Yo tenía una amistad de 36 años con Cohen y le consultaba todas las dudas. Las traducciones son para ser leídas, no cantados, hay que hacer concesiones, trabajar la rima...", explica sobre su trabajo.

Del documental rodado por José Sánchez-Montes y Gervasio Iglesias y presentado ayer en SACO opina que es "extraordinario" y que refleja fielmente la génesis de aquel disco.