"Las fábricas de tabaco crearon Tampa, en Florida. Los emigrantes llegaron desde Cuba, muchos eran empresarios tabaqueros españoles que detrás llevaron a sus trabajadores, se construyeron barrios de emigrantes y en España hubo un efecto llamada. En el siglo XIX Tampa era un pueblo de pescadores y en los años 30 se convierte en la capital mundial del tabaco". Ese es el contexto geográfico e histórico del que surge la última película de Luis Argeo, "La plomada", la tercera que ha dedicado a la emigración y que ayer estrenó en el teatro Filarmónica, dentro de la programación de la semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO). "En Tampa llegó a haber doscientas fábricas de tabaco y miles y miles de asturianos, también gallegos y cántabros. Había un barrio que llevaba el nombre de Candamo, porque de allí eran la mayoría de los vecinos", relata Argeo.

El asturiano dirige su película con James Fernández, ambos emparentados con emigrantes, uno en Castrillón y el otro en Nueva York. La plomada es el "macguffin" que hace avanzar la acción, el objeto que el protagonista descubre entre los objetos de su abuelo y que le conduce hacia el pasado colonial de Tampa.

La película, que ayer se presentó por primera vez en España después de su estreno en Tampa el pasado 15 de enero, forma parte de un proyecto mucho más grande, al que Argeo lleva más de siete años dedicado. "Estamos creando un gran archivo documental sobre la emigración española a Estados Unidos. Entrevistamos a los descendientes de aquellos emigrantes, escaneamos las fotografías de sus álbumes familiares... Y todo eso, a veces, lo sacamos del ámbito académico, con actividades abiertas y documentales como "La plomada"", explica Luis Argeo.

De ese proyecto forma parte un blog, "Spanish Immigrants in the United States", y una página de Facebook.

Luis Argeo cuenta que los emigrantes que llegaron a Tampa eran "obreros, campesinos, que salían huyendo del hambre, la miseria o una muerte segura en el Norte de África, donde los que no podían pagar para quedar exentos eran enviados a la guerra en el servicio militar obligatorio". "Se iban como ilegales", apostilla el castrillonense, y en ese sentido opina que no hay grandes diferencias entre ellos y los subsaharianos que ahora cruzan África con destino a Europa. "Los sentimientos son los mismos en esencia para todo el que abandona su casa a la fuerza, y más si las circunstancias -el hambre, la necesidad, una guerra...- son las mismas", afirma.

Ayer, también en SACO, se proyectó el largometraje "La bahía", premiado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, y por la mañana hubo una sesión vermú, con el espectáculo "The Human Jukebox".