El Ayuntamiento de Ribera de Arriba contará con un presupuesto que supera los cinco millones de euros para el año 2017. El equipo de gobierno socialista aprobó las cuentas ayer durante un Pleno extraordinario en el que los partidos de la oposición votaron en contra. "Se trata de uno presupuesto insolidario. Y lo es porque el Ayuntamiento de Ribera de Arriba gobierna para un selecto grupo de profesionales y empresas foráneas que cubren la mayoría de los servicios privatizados", denuncia Pablo García, concejal del PP en el Consistorio.

En el apartado de ingresos se han presupuestado 4.090.028 euros derivados de los impuestos directos y otros 20.000 en concepto de indirectos. Además, hay previstos 632.807 euros de transferencias corrientes y 62.784 de ingresos patrimoniales.

En cuanto a los gastos, el presupuesto aprobado ayer recoge un total de 1.104.551 euros para gastos de personal, lo que supone el 22 por ciento del total de las cuentas. Uno de los aspectos que critica la oposición es el dinero aprobado en el apartado de gastos en bienes corrientes y servicios, que se lleva 2.346.856 euros del presupuesto global (46.76 por ciento). "Se destinan 1.326.677 euros a trabajos realizados por otras empresas y profesionales. Es decir, el Ayuntamiento de Ribera de Arriba tiene servicios privatizados otorgados a una docena de empresas afines por todo ese dinero", explica García.

Dentro de las inversiones reales (1.308.923 euros) se contempla un gasto de 731.237 euros para el centro social de mayores de Soto de Ribera, 390.000 euros para la "adquisición de patrimonio" y 40.000 para la "adquisición de paneras". "El 88,71 por ciento del presupuesto de inversiones se destina a tres actuaciones", critica el Partido Popular a través de Pablo García.