El Ayuntamiento ha puesto la ciudad patas arriba, duplicado las partidas, aumentado las cuadrillas y sacado a la calle un ejército de máquinas y operarios en un ambicioso plan de choque que concentra más de treinta actuaciones con una inversión total global de 5,4 millones de euros. Todo, explica la concejala de Infraestructuras, la socialista Ana Rivas, para dar respuesta a "todas esas demandas históricas que habían estado durmiendo en el baúl en los años de gobierno del PP".

Desde finales de año el equipo de Gobierno ha puesto en marcha 31 actuaciones que abarcan mejoras en la red de saneamiento, renovación de aceras, supresión de bordillos en los pasos de cebra, renovación de columpios, desbroce de caminos o actuaciones más específicas como la nueva red de riego del Campo de San Francisco o las obras de ampliación de la skate plaza del Parque de Invierno.

Ana Rivas admite que el gobierno municipal ha tenido "dificultades" para poner en marcha estas actuaciones y que ahí radica, precisamente, el motivo de la concentración de actuaciones durante estos meses. El problema parte, explica, de las "limitaciones" impuestas por las leyes nacionales. Una de ellas, la denominada "regla de gasto", limita las partidas que el Gobierno puede incluir en el presupuesto. Para completar el listado de necesidades, el Ayuntamiento debe esperar entonces al dinero sobrante del ejercicio correspondiente, el remanente de tesorería. Pero no todo ese dinero se puede destinar para obras. Hasta marzo el Ayuntamiento no puede tener claro de cuánto dinero dispone del año pasado y en qué partidas lo puede gastar. A partir de ahí, la tramitación del dinero del remanente no puede empezar hasta mayo o junio, y todo se complica por la obligación de que las obras tienen que estar ejecutadas el 31 de diciembre. Hay una salvedad que permite alargar un poco los plazos, pero la adjudicación de la obra debe estar finalizada, en todo caso, antes de las campanadas de Nochevieja.

La mayoría de las obras incluidas dentro de este plan de choque se han realizado con cargo al remanente, y por eso su adjudicación se ha realizado en los últimos meses del año pasado y se han concentrado todas ahora.

Otro problema que retrasa la adjudicación de los trabajos, explica Ana Rivas, son, a partir de determinada cuantía, los contratos sujetos a regulación armonizada (SARA), que deben tramitarse en el contexto de la normativa comunitaria e impide todo tipo de atajos para poner en marcha los expedientes. La conclusión para Ana Rivas, es que el Ayuntamiento se acaba viendo obligado a "hacer en seis meses lo que se podría haber hecho en un año con mejor planificación".

Por otra parte, con la idea de acelerar y extender al máximo este plan de choque, Infraestructuras ha reforzado los contratos de mantenimiento, sumando, por ejemplo, un equipo más al dedicado a la reparación de aceras, que ahora dispone de cinco cuadrillas que pueden trabajar simultáneamente.

Además, se han abordado zonas muy estropeadas que llevaban años necesitadas de una reparación integral, explica Rivas, como la plaza de la Escandalera o la plaza de la Catedral.

Otras cuantías que se han reforzado son las de renovación de asfaltado de la zona rural, en 200.000 euros más, o la de desbroces de caminos, con idéntico incremento. Porque otra de las características de este paquete de intervenciones en el municipio es que se ha intentado "equilibrar" las obras en la zona urbana y las obras en la zona rural, detalla la concejala de Infraestructuras.

Ana Rivas asegura que la mayor parte de las obras están finalizándose, ya hay ocho que se han recepcionado, y confía en que la concentración de todos estos trabajos "empezará ya a notarse en el día a día de la ciudad".

La responsable de Infraestructuras no pone ninguna de las actuaciones por delante del resto, pero sí destaca las obras en la zona Oeste de la ciudad, tanto la de la intersección entre Martínez Cachero y Olivares como la del colector de Vázquez de Mella. Rivas es consciente de los problemas del tráfico en esta zona y confía en que la mejora del acceso a Olivares ayude a paliar, en parte, los embotellamientos diarios que sufre esta zona de la ciudad.

Un dato curioso, explica, es que los desvíos a los que se han visto obligados los vecinos por culpa de las obras del colector de Vázquez de Mella han tenido un efecto colateral interesante. El Ayuntamiento ha detectado que al verse forzados a utilizar el puente de la Florida como itinerario de salida de su barrio, son muchos los vehículos que han empezado a tomar este nuevo itinerario como ruta preferente frente a los recorridos que hacían anteriormente. "Hemos notado cierto trasvase de tráfico", resume Ana Rivas, que espera que el Ayuntamiento pueda acometer en los próximos ejercicios, si logra liberarse de las limitaciones presupuestarias, el proyecto de salida por la zona Oeste a través de Montecanales.

De momento, la mejora de la conexión entre Martínez Cachero y Olivares ofrecerá a los conductores una salida más despejada y más rápida, dependiendo de la zona de la ciudad a la que se dirijan.

Con el presupuesto municipal todavía en periodo de información pública, Ana Rivas confía también en que se apruebe lo antes posible una nueva ley de Presupuestos Generales del Estado que diga a los Ayuntamientos lo que pueden o no pueden hacer con el dinero sobrante del ejercicio anterior, para poder acortar los plazos al máximo de cara a los últimos seis meses de este 2017.