Primero dibujó la silueta de su mano sobre uno de los murales de papel colocados en las paredes del recibidor del colegio Gesta. Y después dejo en el interior su mensaje de convivencia: "Podemos hacer lo mejor para todos". Así demostró ayer Teresa Peña, de 8 años y alumna del centro, que quienes abogan por el respeto y la tolerancia pueden contar con ella en su equipo. Fue una de las 400 estudiantes de Primaria que participaron en un evento organizado por el servicio de asistencia y orientación a víctimas de discriminación racial o étnica, que aglutina diversas asociaciones sociales y cuyo personal dirigió la actividad escolar.

"Desde 1966 el 21 de marzo se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial", explicó Cristina Marcilla, de ACCEM, una de las organizaciones que apoyan las reivindicaciones de quienes se han visto perjudicados por pertenecer a una minoría étnica o raza concreta o en función de su lugar de procedencia. "Los niños van dejando su huella y escribiendo unas palabras contra la discriminación", destacó Cristina Marcilla. Y así lo fueron haciendo a lo largo del día. Los primeros, los de 4º, los hicieron por la mañana y pasaron el relevo a sus compañeros de 3º durante la tarde. El resto de Primaria puso sus manos al servicio de la tolerancia al finalizar el horario lectivo, cuando también estaban invitadas a participar las familias. Los niños no solo se valieron de rotuladores para dejar su huella. Roque del Río, de 3º de Primaria, fue uno de los que se decantó por la pintura de dedos. Tras colocarse un guante de látex hundió la palma de la mano en uno de los envases y la apretó contra uno de los papeles que cubrían la pared. "Es muy divertido", destacó poco después, mientras comentaba la actividad con sus compañeros en una sala que aún conserva la decoración del Día de la Paz y que mezcló muy bien con la jornada.

Conciencia en las aulas

Las aulas, además, ya habían acogido algunas acciones para generar conciencia entre los escolares. En la pizarra de su clase, Elvira López, profesora de tercero escribió "Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial". "A partir de ahí", dijo, "fuimos trabajando con el diccionario y con internet, que es algo que les gusta mucho, para descubrir el significado de las palabras que no conocían". Los pequeños formaron después "una especie de asamblea" en la que debatieron la finalidad de la jornada. Y llegaron a la conclusión de que "se celebraba porque tratamos de manera diferente a la gente por su color de piel o por tener una apariencia diferente". Los alumnos, dieron en la diana.

"La mayoría de los casos de discriminación", explicó por su parte Sergio Fernández, de la Fundación Secretariado Gitano, "se dan a la hora de acceder a una vivienda o un empleo". Es en estos momentos cuando la apariencia suele volverse en un factor determinante y provoca que los solicitantes resulten rechazados. A lo largo de los últimos dos años, el servicio de asistencia y orientación a víctimas de discriminación racial o étnica atendió 25 casos en Asturias. Los datos regionales están muy lejos de los 177 incidentes a los que se dio consulta en Andalucía o los 131 de la Comunidad de Madrid, pero también en el Principado se nota la influencia del racismo.

En ocasiones sin que llegue a desvelarse la apariencia de quien solicita, por ejemplo, un puesto de trabajo. "Hay ocasiones en los que ven los apellidos y ni siquiera te llaman, aunque tengas la formación adecuada", denunció Lucía Montoya, de Fundación Secretariado Gitano. En su lucha contra la discriminación, el personal del servicio ganó ayer el apoyo de los niños del Gesta. "Hay que respetar" o "Sé bueno con todos" fueron algunos de los mensajes escolares más repetidos en favor de inmigrantes, refugiados y miembros de minorías étnicas.