María Martínez no puede evitar emocionarse al pensar que la zapatería de la esquina de la calle Melquíades Álvarez con San Bernabé cerrará definitivamente en los próximos días. Con ella desaparecerá también el cartel publicitario del tejadillo de la tienda: "Elian". La palabra es la combinación de los nombres de sus abuelos, Antonio Martínez y Elisa de Diego, un matrimonio de Sobrefoz, en Ponga, que emigró a Argentina a principios del siglo pasado y regresó a Asturias en los años treinta dispuesto a abrir negocios en Oviedo con una pequeña fortuna conseguida a base de trabajo vendiendo zapatos.

La pareja abrió en 1930 Calzados Pérez, en la calle Palacio Valdés, y luego su hijo Antonio Martínez de Diego inauguró Elián en 1956. "Ojalá el que venga ahora, monte lo que monte, mantenga el nombre de mis abuelos aunque mi familia ya no tenga nada que ver", comenta María.

Elian está de liquidación total. Los actuales propietarios son dos matrimonios que se asociaron en 2003 para hacerse cargo de la zapatería, un negocio que desde 1978 pertenecía César Muñiz, dueño a su vez de otros cinco comercios de calzado en la ciudad.

Entre cajas y carteles de "restos" y "rebajas", Jesús Arias y Begoña Pérez atienden a los últimos clientes de la tienda. "La cosa fue bien los primeros años, pero ahora es muy difícil obtener beneficio después de pagar la renta y a los proveedores, así que ahora estamos dando salida a los cerca de dos mil y pico pares de todas las temporadas que tenemos guardados en el almacén".

Según ha podido averiguar este periódico, el alquiler mensual del local -con doble escaparate- ronda los 5.000 euros. Por eso, disolverán la sociedad, cerrarán el establecimiento de Melquíades Álvarez y una de las parejas seguirá en activo al frente de otra zapatería en Oviedo.

Un goteo incesante de personas entra en el establecimiento. Muchos son clientes de avanzada edad que afirman sentirse "un poco desamparados" por el próximo cierre. "Vendíamos zapatos especialmente diseñados para gente de más de 70 u 80 años, y que no son demasiado fáciles de encontrar", explica Jesús mientras enseña uno de esos pares. Elian tenía calzado de todo tipo para ambos sexos, e incluso fue proveedor de la Policía Local. "Aquí calzamos a medio Ayuntamiento de Oviedo", cuentan los responsables de una tienda por la que han pasado, entre otros, la tenista Arantxa Sánchez Vicario, la actriz Marisa Paredes o el futbolista José Luis Pérez Caminero.

Jesús y Begoña se llevan también una larga lista de anécdotas ocurridas a lo largo de los años en la zapatería, como la del novio con prisas. "Un chico que se casaba aquella mañana en la Catedral recogió el traje que había comprado en la tienda de enfrente, pero no se había dado cuenta de que necesitaba zapatos, así que entró con cara de susto a nuestra tienda para llevarse unos. No llevaba dinero y además era de Gijón y no conocía bien Oviedo. Le dimos unos zapatos de novio estupendos y la Policía Local le acompañó a la Catedral. El pobre vino a pagarlos después de la luna de miel", relatan los socios, que también regalaron a Bosnia decenas de zapatos - "tráilers enteros" - durante la Guerra de los Balcanes. La fecha definitiva de cierre está en el aire, pero cada vez hay menos pares.