Alexander Ermakov y el Naranco forman un extraño binomio desde hace años, al menos desde 2011, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) descubrió que el empresario de origen ruso había construido un chalé en una parcela no urbanizable al formar parte del área de especial protección del monte. La vivienda fue derribada por orden judicial el pasado diciembre y está pendiente la celebración de la vista en la que el fiscal solicita tres años y medio de cárcel para el empresario, tres para el arquitecto, y un año y medio de prisión para dos constructores. Además, el Ayuntamiento acaba de ordenar que el dueño de la parcela reponga los 30 robles que taló en su día para construir la casa ilegal. Ermakov se sienta hoy a las 9.30 horas en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo acusado de otro delito: montar un hórreo prácticamente en el mismo lugar en una fecha sin determinar entre febrero de 2013 y septiembre de 2015.

La Fiscalía del Principado solicita en esta ocasión dos años de cárcel y una multa de 18.000 euros para Ermakov en calidad de dueño de la parcela -situada en un área de Brañes conocida como Les Cabañes- y por ser el promotor de la obra. Y también pide un año y medio de prisión y 4.320 euros de multa a su contratista como ejecutor material del hórreo. La estructura inicialmente estaba montada en otro terreno, pero el empresario ruso ordenó que fuera trasladada pieza a pieza a una parcela de su propiedad. Según recoge el escrito de la Fiscalía: "Se procedió a reedificar el hórreo sobre una de las parcelas del acusado que previamente había acondicionado mediante movimientos de tierra e instalación de pegollos de hormigón para lo cual no tenía autorización ni podía haberla tenido". Por eso, considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la ordenación del territorio y ordena que se recomponga íntegramente la parcela en la que estuvo el hórreo en un primer momento. Es decir, que deberá desmontarse la estructura y llevarla de nuevo a su ubicación original.