La mujer atropellada el martes en la calle Marqués de Santa Cruz, en un lateral de la Junta General del Principado, está pendiente de otra operación quirúrgica en la pierna izquierda. En concreto, la reparación de un hueso de la rodilla junto al ligamento colateral tibial. Permanece sedada en la uvi del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras afrontar el día del accidente una primera operación en la que tuvieron que reconstruirle parte del glúteo izquierdo, muy afectado por el impacto y que le hizo perder mucha sangre. M. P. A. P., de 56 años, y su familia no se han planteado iniciar acciones legales contra la conductora que se la llevó por delante porque todavía se encuentran en estado de shock. Sin embargo, la Policía Local ha enviado las diligencias al Juzgado a la espera de que un magistrado decida si abre un procedimiento por un delito de imprudencia al volante.

La conductora, M. L. M. B., de 62 años y natural de Grado, alegó que el coche, un Renault Mégane, sufrió un fallo mecánico porque no le respondían los frenos. La Policía Local analizó el vehículo e investigó las causas del accidente ante la posibilidad de que la mujer, que dio negativo en la prueba de alcoholemia, se despistara y diese un volantazo al intentar evitar a los coches que estaban detenidos ante el semáforo que tenía delante y terminase invadiendo la acera.

El coche bajaba por Marqués de Santa Cruz en dirección a la plaza de la Escandalera -una recta- cuando arrolló y arrastró a la víctima más de 30 metros para acabar aplastándola contra uno de los muros que rodean la Junta General del Principado. En décimas de segundo, la mujer pasó de estar paseando de regreso a su casa a estar tirada en la acera sangrando abundantemente por la cabeza y la pierna izquierda. Un empleado de la oficina municipal de turismo del Escorialín fue el primero en socorrerla.