Con 93 años cumplidos el mes pasado, el psiquiatra ovetense Francisco Alonso-Fernández (Oviedo) presentó ayer en el Centro Asturiano de Madrid su libro número 54. Bajo el título "Genios y creativos" y el subtítulo "Cómo reconocer su talento", se enfrenta sin complejo a uno de los grandes enigmas del ser humano. Y lo hace con su habitual lucidez y una capacidad comunicativa que conserva en todo su esplendor. "En el genio hay dos claves: rebeldía e independencia. Todos los genios son rebeldes e independientes", explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA, poco antes de dirigirse a un nutrido auditorio en un acto en el que intervino, entre otros, la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre.

El autor del libro aclaró algunos conceptos acerca de lo que denominó "las tres estirpes del talento extraordinario". Al sabio le atribuyó "riqueza en conocimientos"; al superdotado, "riqueza en inteligencia fluida; y al genio, "riqueza en capacidad creativa".

Sentadas estas bases, entró en honduras. "La contraposición polar se produce entre el superdotado y el genio. En las aulas brillan los superdotados, que logran éxitos escolares, aunque luego unos se diluyen en la nada y otros se convierten en líderes. Una minoría se convierten en delincuentes. Entre los corruptos que hay en España se incluyen algunos superdotados".

Distintos son la evolución y el encaje social de los genios: "El genio navega a contracorriente de la sociedad. Su novedad molesta, por eso va a contracorriente. Aporta novedades y no es bien recibido". Francisco Alonso-Fernández de detuvo en el caso de Einstein, "el máximo genio del siglo XX", de quien apuntó que "tuvo varios fracasos académicos y trabajó como oficinista de última fila a lo largo de ocho años".

A juicio del psiquiatra ovetense, el talentazo por antonomasia corresponde al genio. A la rebeldía y la independencia, le sumó un tercer sello identificativo: el pensamiento creativo. "Su clave no reside en la inteligencia, sino en el pensamiento creativo. Los alemanes hablan de pensamiento sin barandilla, una expresión muy bonita", subrayó.

Francisco Alonso-Fernández se convirtió en 1977 en catedrático jefe del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad Complutense de Madrid. Desde 1990 es catedrático emérito de ese mismo departamento. Es miembro de la Real Academia Nacional de Medicina y Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes. El libro presentado ayer no representa, ni mucho menos, su primera incursión en los laberintos de la creatividad. Entre sus obras anteriores figuran títulos como "El talento creador" o "El enigma Goya". Su cabeza sigue funcionando espléndidamente. Ayer no necesitó leer su intervención; le bastó con un papel en el que había esbozado un breve guión.

¿El genio es más genético o adquirido? Hay de todo. "Es imprescindible que haya recibido una formación en el sector en el que va a descollar, y también que se haga cargo de todo su talento y lo trabaje. El genio es un trabajador de ideas, de conceptos; no un trabajador manual, pero tampoco un pasota. No hay genio vago, pasota, el pasotismo es incompatible con la actividad creativa".

Francisco Alonso-Fernández analiza en su libro las razones por las que, en el universo de los considerados genios, la presencia femenina es escasa: "Simplemente porque hasta hace 45 años, con la llegada del control de la natalidad, era un ser sometido, sumiso, callado, y en estas condiciones no es posible que germine el genio. En unos años iremos a una aproximación numérica entre genios masculinos y femeninos".