La sala de conciertos FranelRock, en la calle Postigo, ha vuelto a recrudecer la guerra entre asociaciones vecinales y la música en directo en la ciudad. Tras varias quejas y denuncias, Urbanismo resolvía ayer denegar al local la licencia de sala de conciertos, conceder la de música amplificada y precintarle el equipo de música a la espera de que los propietarios instalen un limitador y subsanen algunos defectos, según fuentes municipales.

Ayer a última hora de la tarde, los propietarios no habían recibido todavía ninguna notificación por parte del Ayuntamiento. En el otro lado, Juan García, de la asociación de vecinos del Oviedo Antiguo, aseguraba que ante las repetidas quejas y denuncias contra este local -"está cometiendo al menos tres delitos diarios", afirmó- y la pasividad de la concejalía de Urbanismo, había solicitado amparo al Principado amparándose en una cláusula de la ley de Espectáculos. Según García, el pasado 14 de marzo la directora general de Justicia e Interior del Principado les contestó indicando que la administración regional había solicitado el expediente al Ayuntamiento ante la posible dejación de funciones.

La queja de la asociación y de varios vecinos consistía, principalmente, en que el local carecía de licencia o de permiso, estaba funcionando y la concejalía no actuaba. "Estaban delinquiendo con el permiso del concejal", aseguró Juan García

Los propietarios de la sala llevaban meses tramitando la licencia y ha sido ayer cuando Urbanismo ha resuelto el expediente. La negativa a conceder la licencia de sala de conciertos se basa en unas mediciones que quedaron a 0,8 decibelios por encima de lo permitido. Ese motivo había llevado, precisamente, a los propietarios a comenzar nuevas obras de insonorización, previstas para la próxima semana.

Según una de las socias del local, Carla Menéndez, para la puesta en marcha de la sala hablaron con todos los vecinos y trataron de causar las menores molestias posible. Menéndez explica que su sala no funciona como un bar y que sólo abre dos días a la semana (viernes y sábado) en un horario muy limitado, con cierre a la una y media de la madrugada. También precisó que la tramitación de una licencia específica de sala de conciertos se engloba en un tipo muy específico previsto en la normativa regional y local de la que hasta ahora no disponía ningún local, y que para lograrlo llevan más de medio año desarrollando un proyecto específico que pretende cumplir con todos los aspectos de la normativa. "Es el precio de ser pioneros, confiamos en abrir camino para el resto", declaró