Ayer, al acabar el juicio, el "robabesos" intentó esquivar a los colectivos feministas que llevaban toda la mañana a las puertas del Juzgado. No lo logró. Salió por la puerta de atrás, con su abogada, y se subió a la carrera en un taxi entre gritos de "fuera acosadores de nuestras calles" y "si tocas a una, nos tocas a todas".

Wilson Alfonso tiene 24 años, es de nacionalidad española y de origen ecuatoriano. Su abogada, Sonia de la Paz, explicó que el joven había planeado sus actuaciones como "una broma", pero, explicó, "lo que es una broma para él es un delito para el resto de las personas". En cualquier caso, añadió la letrada, "se le han quitado todas las ganas de seguir con este tipo de bromas".