Helena Gil Peña es bióloga, doctora en Medicina y artista. De hecho, acaba de sacar un nuevo disco bajo su nombre artístico "La M de Matilde". Titulado "Al que yo besaré", incluye temas como "Antros de Moscú", en el que Gil Peña canta y baila acompañada por un cuerpo de bailarines. La doctora y artista tiene un buen cómplice en casa: su marido. Con él también realiza versiones y actúa por toda Asturias. Si Helena Gil tuviera que elegir entre la música y la biología, probablemente se vería en un difícil trance. En 2011 fue premiada en el área de investigación en bases moleculares de las enfermedades raras y sus implicaciones clínicas con un trabajo titulado "Estudio clínico molecular de tubulopatías primarias".
Gijonesa de nacimiento, cántabra y ovetense de adopción . "Soy hija única. Nací en Gijón y a mi padre le trasladaron a Cabezón de la Sal (Cantabria) cuando yo tenía siete años. Viví allí ocho años de los que conservo magníficos recuerdos, y también amistades de ésas que son para toda la vida. Empecé a estudiar piano en el conservatorio. Enseguida me llamó la atención el mundo artístico. Con quince años nos vinimos para Asturias y me ocurrió algo muy curioso, ya que, debido al distinto ritmo en la implantación de los cambios educativos, tras hacer tercero de ESO en Cabezón, en Asturias pasé a segundo de BUP. La adaptación me costó un poco. Fue difícil, algo normal en una adolescente a la que sacan de su mundo y ponen en otro diferente. Primero vivimos en Sama de Langreo, donde hice hasta COU. La carrera de Biología la estudié en la Universidad de Oviedo. Empecé en 1998 y cuando me casé ya me instalé definitivamente en la ciudad".
Entre la ciencia y la música . "Reconozco que cuando llegué al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) me daba un poco de apuro que, por mi actividad artística, pudiera tachárseme de poco seria en el mundo de la Universidad. Lo mismo me ocurría en la música. Luego fui enterándome de que muchos líderes de grupos superfamosos han hecho carreras de ciencias. Así que no debe de ser algo tan extraño".
Los genes. "En la familia no tengo a nadie que se dedique a la música, pero mis padres siempre han pintado y cantan muy bien. Crecí rodeada de un ambiente artístico. Mis padres me tuvieron muy jóvenes. Mi padre me escribía obras de teatro en el colegio. Mi madre estudió unos años de Química y mi padre es más de letras. Imagino que toda esa mezcla habrá dado lugar a lo que soy ahora".
La niña que quería ser astrofísica. "Llevo doce años trabajando. Cuando terminé Biología empecé la tesis en el departamento de investigación en Pediatría. En la Facultad dudé entre Biología y Física. Me encantaba la Astrofísica, pero cuando me informé bien me decidí por Biología. También estoy muy cercana a la Medicina, aunque nunca me he visto como médico, me gusta más el trabajo de laboratorio. La carrera de Biología es superbonita. Volvería a escogerla. Si hubiera podido también habría hecho arte dramático. Me apasiona cantar y bailar. Soy de las que piensan que la suerte hay que buscarla. Por eso opté por algo que me gustaba de verdad".
Las primeras incursiones en el post-rock. "Vinculación con la música siempre he tenido. Dejé el conservatorio cuando empecé en el instituto. Entonces entré en una escuela de piano donde me enseñaron improvisación. Canté con algún grupo, pero siempre desde el teclado. Cuando estaba a punto de terminar la carrera me ofrecieron formar parte del proyecto 'Audiotrack', con unos chicos de Gijón que querían hacer algo de post-rock. El grupo tuvo muy buena acogida y dimos algún concierto en Madrid. Después vino 'The magic room'. Más tarde empecé con country y folk americano, siempre en inglés.
Llega Matilde. "Pero yo tenía ganas de hacer algo más en castellano y entonces surgió 'La M de Matilde', nombre inspirado en la película 'Largo domingo de noviazgo'. Mi marido, Pablo Jonte, es el artífice del segundo disco. Trabaja en el departamento comercial de una empresa y toca conmigo la guitarra".
Intensa labor investigadora. "En el HUCA pertenezco al área de gestión clínica de Pediatría y estoy en el laboratorio de Genética Molecular. Me dedico a la nefrología pediátrica y a un tipo de enfermedades raras del riñón que debutan en la infancia. Trabajo con mi mentor, Fernando Santos, y con Eliecer Coto y María Victoria Álvarez, que son los directores del laboratorio. Sin el equipazo que tengo detrás no podría hacer nada. Por las mañanas estoy en el hospital y por las tardes en el laboratorio de investigación en Pediatría, que está en la Facultad de Medicina".
Enamorada de La Corredoria. "Vivo en La Corredoria, donde ya tenía su casa mi marido. Me encanta este barrio, con espacios abiertos, sin ruidos y gente muy joven. También se hace mucha vida de barrio. Frente a casa tenemos una cafetería y vamos a menudo".
