Con su iluminación desconectada el perfil de la Catedral de Oviedo "desapareció" anoche durante una hora del horizonte de la ciudad. Lo mismo sucedió con el monumento al Sagrado Corazón, en el Naranco, con la basílica de San Juan y el teatro Campoamor. Fue la forma en que la ciudad se sumó a una simbólica lucha contra el cambio climático y el despilfarro energético, dentro de la iniciativa "La hora del planeta", promovida por la ONG ecologista Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF). La cita es ya un clásico del comienzo de la primavera y se celebra simultáneamente en todo el mundo. Han apagado sus luces edificios emblemáticos como al torre Eiffel parisina, las Petronas en Kuala Lumpur, el edificio del Kremlin, en Moscú, las Pirámides de Guiza o la Ópera de Sydney, entre muchos otros.