Desde que Oviedo tiene banda, Francisco Vigil ha llevado la batuta. Antes hubo otras agrupaciones, como la de Educación y Descanso, en la que él mismo tocó, pero la banda "Ciudad de Oviedo" empezó con el músico granadino, ovetense por herencia materna y por convicción. Veinticinco años lleva Vigil dirigiendo la banda de música, desde que se fundó. Hoy, a las siete de la tarde, se pondrá frente a sus músicos por última vez, al menos como titular, porque no descarta hacer alguna colaboración de vez en cuando y si se lo piden.

En el concierto de esta tarde (19 horas), en la sala principal del Auditorio Príncipe Felipe y con las puertas abiertas a todo el mundo, se anuncian sorpresas. La Fundación Musical "Ciudad de Oviedo" tiene previsto rendir un sencillo homenaje al director, quizás más solemne dentro de unos meses.

Vigil está al tanto de que sus músicos y colaboradores durante el último cuarto de siglo se traen algo entre manos. Esta tarde espera ser capaz de controlar la emoción.

Francisco Vigil recibió del alcalde Gabino de Lorenzo la encomienda de formar una banda de música para Oviedo. Lo hizo en apenas un par de meses, a contrarreloj. En julio le hizo el encargo y en septiembre estaban tocando en el desfile del Día de América en Asturias. Desde entonces, la banda "Ciudad de Oviedo" ha acompañado las celebraciones más importantes de la ciudad, ha viajado y ha grabado discos. Francisco Vigil lleva con orgullo haber convertido la agrupación en una de las más importantes del país en su género.

Hoy, para su despedida, Francisco Vigil ha elegido melodías festivas y reconocibles, y como guinda a estos veinticinco años un clásico nostálgico: "Suspiros de España".