Míster Jägger tiene más de 860.00 seguidores en la plataforma de vídeos Youtube y estos días participa en la Cometcon. Mantiene en secreto su verdadero nombre y su edad, para cumplir con el misterio del mundo digital y lamenta que casos como el de Wilson Alfonso, el youtuber ovetense condenado por abuso sexual por engañar a chicas para besarlas "tira nuestra reputación por los suelos".

-¿Qué tal va la Cometcon?

-Hoy (por ayer) era el día del rock and roll y muy bien. Y todavía quedan cosas.

-A los que aún no saben qué hace un youtuber, ¿cómo les explicaría lo que hace?

-Diría que hago vídeos de ficción. Un poco al libre albedrío, haciendo lo que me apetece.

-Actúa, graba y edita.

-Y escribo, claro.

-¿Cómo lo gestiona todo?

-Echándole horas. Cuando hay luz, grabo y cuando no, escribo.

-¿Exige mucha adaptación el formato de Youtube?

-Te da libertad. Puedes hacer de todo. Yo prefiero vídeos cortos.

-¿Siguen sus vídeos algún patrón preconcebido?

-Intento empezar de forma explosiva para captar la atención del público al principio y trato de ser breve. Cuando ya he dicho algo me quedo en silencio y ya está.

-Existe cierta controversia en torno a los youtubers. En Oviedo condenaron a uno esta misma semana por abuso sexual. Engañaba a chicas por la calle para besarlas. ¿Dónde está el límite?

-En Youtube hay muchísimas cosas que no me gustan. Lo único que me gusta, de hecho, es que se llega a mucha gente. Todo lo demás me parece muy chungo. Hay mucha gente que ensucia lo que hacemos y tira nuestra reputación por los suelos. Lo bueno y lo malo de la plataforma es que lo puede usar todo el mundo y claro, también hay mucho descerebrado. Pero eso es independiente de ser youtuber o no. Lo que pasa es que este tipo de gente ahora tienen voz y eco.

-¿Nos reímos con los vídeos on-line de cosas que no nos reiríamos si las viésemos, por ejemplo, en la tele?

-O con el cine o el teatro. Youtube es más ligero. Estás tranquilo y entiendes que ver vídeos en internet es como comer pipas. Se es menos exigente y cuando te curras algo entra mejor en el espectador y parece más grande de lo que en realidad es. Cuanto más pequeña es la pantalla más fácil es hacer humor.

-¿Es rentable ser youtuber?

-Ser youtuber tal cual, no. Pero es una ventana perfecta para darte a conocer. Yo, por ejemplo, trabajo para otras productoras y otros proyectos, que es con lo que realmente me sostengo.

-¿Cómo se consiguen más de 860.000 seguidores?

-Echándole cariño. Yo, de repente, vi el potencial y empecé a explotarlo. Me daba la sensación de que nadie más estaba sacando partido a la libertad tan bestia que da Youtube. Creo que realmente toqué una fibra que, por aquel entonces, no se estaba explotando.

-¿Cómo empezó todo?

-Cuando nací. Porque siempre he hecho shows. De pequeño, en el colegio, ya escribía obras de teatro. Cambió, simplemente, porque cogí una cámara. Pero el ciclo siguió.