"Cuando estrenaron 'Star Wars' yo tenía 14 años y me entusiasmó. Me quedé tan flipada que todavía me dura. Ya me ves". Pilar Aceval es la tesorera de la Orden 66 Asturias, una asociación sin ánimo de lucro inspirada y dedicada por completo a "La guerra de las galaxias". Cuarenta años después de que llegase al cine la primera película de la trilogía original, "Episodio IV. Una nueva esperanza", esta fanática de la ópera espacial épica se dedica más que nunca a promocionarla. Viaja por media España para acudir a convenciones especializadas y además lo hace en pareja. Su marido, Germán Casal, está pendiente en todo momento de que las actividades de la asociación salgan bien. Por ejemplo, las que hicieron el viernes, sábado y domingo en la Cometcon del Calatrava como tropas de asalto.

"Hago labores de mantenimiento y de coordinación, casi como un regidor que tiene que velar porque los actores estén bien vestidos y salgan a la hora", comentó ayer Casal. Medio centenar de personas forman parte de la Orden 66 Asturias y entre sus actividades está lucir trajes. Uno de los más recurrentes es el de soldado imperial o Stormtrooper. De color blanco y con casco, cubre por completo a quien lo lleva. El regidor de la Orden 66 Asturias lo explica. "El traje te impide ir al baño, pero uno se acostumbra. También limita el campo de visión. Yo debo avisar a los soldados imperiales cada vez que se les acerca un niño porque es imposible que lo vean, y entre otras cosas, a algunos les tengo que dar de beber por pajita porque el casco tampoco deja beber de manera normal. Es el precio de rendir homenaje a 'La guerra de las galaxias'".

La Orden 66 Asturias no tiene ánimo de lucro y dedica parte de su tiempo a colaborar en acciones solidarias como recaudar fondos para la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Congénitas (Apaci) gracias a las huchas que colocan en sus puestos.

La agenda diaria de la asociación Legión 501 es similar aunque su carácter es internacional. En España hay en la actualidad unos 430 socios y en Asturias son en torno a quince. Valentín González es uno de ellos. Este quiromasajista de 35 años contó ayer orgulloso que todos sus miembros colaboran voluntariamente en lo que llaman "misiones solidarias" un claro guiño a "Star Wars". Así, algunos visitan a enfermos ingresados en hospitales o colaboran con asociaciones como Galban, la agrupación de Familias de Niños con Cáncer del Principado de Asturias. Luego, en las reuniones de la Legión 501, llevan réplicas de las armas, las naves o los trajes usados "en una galaxia muy, muy lejana" y las preparan para exponerlas a un público exigente como el de la Cometcon.